Días de Oficina

Gemelos - Parte 1

Queridos lectores,  vengo a darles unas buenas noticias, me ascendieron y ahora soy supervisora de atención al cliente.  Es decir, van a contratar a una persona, una mujer y yo voy a guiarla en este nuevo camino. Estoy feliz! Les doy otra noticia, hace dos semanas empecé a practicar el famoso baile del caño o pole dance. Desde muy chica me gusta bailar y esto se combina con destreza y es un ejercicio excelente. A eso le sumo que estoy yendo al gimnasio para musculación también pero trabajo en exceso las piernas y los glúteos,  si,  lo sé,  más redonda y más grande voy a tener la cola,  si, más todavía.  Lunes,  miércoles, jueves, viernes y sábados me la paso haciendo ejercicio,  eso libera mis endorfinas y mejora mi salud y mi estética corporal. Tercera buena noticia, estamos en Abril ya y en Marzo, si, me salteé un mes y medio, pero, pero, con ahorros me aumenté el busto,  de ochenta y cinco pasé a noventa y cinco,  no se imaginan las tetas que tengo ahora, parecen dos globos gigantes. Tuve que tirar todos mis corpiños y comprarme nuevos. Obviamente mi marido y todos mis hombres felices,  ahora soy la morocha, delgada,  culona y tetona de un metro cincuenta y dos. Veremos como me va.

Chicos y chicas, estamos en Julio ya! Sii, perdón,  me salteé mucho tiempo pero es que realmente no pasó nada para contarles. Hoy me tomé mis medidas, noventa y seis de pechos, cincuenta y nueve de cintura y ciento diez de cola. Mi oferta de hombres aumentó considerablemente.

La chica que trabaja conmigo no es linda, es más rellena y muy tímida con lo cual no tengo rivales en el trabajo y todos están detrás mío para poder probar un pedacito de mi cuerpo.

Hubo muchos cambios estos últimos meses, las visitas a la Terminal C continuaron una vez por semana con Marcelo y alternaba entre mi auto y el de Felipe para coger con él.

Con mi esposo, no volvimos a hablar de abrir la pareja, es más tuvimos nuestras diferencias y el tema de que el me diera su permiso para coger con otro quedaría en que yo le contara. Chicos, si le cuento me tengo que divorciar, no? Mejor sigo a escondidas,  más adrenalina y morbo.

La apreciación por mi cuerpo mejoró mucho y mi autoestima subió por las nubes. En la oficina hubo otros cambios,  entraron seis operarios nuevos: Germán de treinta años,  muy simpático y poco agraciado físicamente. Pablo y Luciano, ambos de aproximadamente unos cuarenta años,  casados y un poco reservados. Matias de cincuenta años,  un poco mala onda y por último,  Rodrigo y Gregorio,  gemelos,  de veinteaños,  hermosos, carilindos, carismáticos, desinhibidos,  caraduras y muy picaflores.

Obviamente me llevé muy bien rápidamente con los gemelos. Ambos fumaban, con lo cual,  salíamos los tres a los cortes para fumar, nos mandabamos mensajes por el interno y nos escapabamos diez minutos tres veces al día y compartíamos ese ratito. Me sacaban risas, me transmitían alegría y con ellos la pasaba muy bien en el trabajo. Entrados en confianza,  eran tremendos, me hacían chistes de doble sentido todo el tiempo y yo siempre les seguía la corriente. Rodrigo era más demostrativo, más cariñoso conmigo. Gregorio era más de tirarme los perros una vez a la semana al menos.

Todos estaban al tanto de mis actividades extracurriculares y en mis redes sociales, mis seguidores reaccionaban cariñosamente a mis posteos e historias. Si, soy una chica super selfie,  subo entre cinco y diez historias por día en un mal día y entre diez y veinte en un día de selfies. Se aproximaba la muestra de mitad de año del gimnasio y las chicas de pole teniamos un número, eramos cuatro nomás contando a la profesora con lo cual cada una tenía que realizar una coreografía con una canción a elección y podiamos invitar a quienes quisiéramos para que nos vayan a ver.

Cuando comenté que haría la muestra, mi esposo y varios de mis amigos se confirmaron el lugar. Del trabajo algunos dijeron que tal vez irían. Ahora les cuento que elegí All Over You de Leisure, si no lo oíste,  andá búscalo y disfrutá de un tema para sacarse la ropa sin prejuicios. Mi vestimenta consta de una camisa blanca atada como un top, un pantalón de cuero negro que se desabotona de un tirón, abajo un minishort tipo culote negro, zapatos de taco aguja y unas bucaneras de red negras. Cabello recogido en un rodete, guantes tres cuartos negros de seda y mucho maquillaje. Practiqué mi coreografía mil veces y estaba lista para la acción.