Después de la muerte de su madre, Han Jisung un joven omega, queda completamente solo e indefenso ante los maltratos de su padrastro y hermanastra quiénes lo utilizan como un esclavo, pero un día todo cambia cuando las deudas de su padrasto llegan a...
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Esas palabras derritieron el corazón de Minho, quién sin poder resistirse más ante aquél omega tan hermoso frente a él, tomó su mentón y lo beso, un besó al cual Jisung correspondió con gusto.
Minho introdujo su lengua en la húmeda boca del omega y empezó a hacer el beso más lujurioso, sin poder evitar el omega puso sus manos en la nuca del alfa, le encantaba sentir su calor y aroma, Minho era todo lo que quería.
Jisung se separo del beso por falta de aire y lo miro con deseo.
— Minho... — dijo casi en un susurro.
— ¿Mn?
— ...Te amo — no espero nada más y lo volvió a besar con un poco más de intensidad, esta vez el alfa metió sus manos bajo la camisa del omega y comenzó a tocarlo hasta que sin resistir el calor del momento lo levantó haciendo que Jisung enrollada sus piernas en su espalda mientras abrazaba más su nuca haciendo el beso más profundo y húmedo.
Sus respiraciones se hacían más pesadas y el deseo dentro de ellos creció, no querían quedar en un simple beso, querían más.
Minho sin soltarlo salió de la cocina, y mientras aún se seguían besando camino hacia su habitación.
Al llegar a la gran habitación Minho se recostó mientras mantenía el contacto con el omega sobre la cama.
Podía sentir como Jisung soltaba sus feromonas, su aroma pronto inundó toda la habitación haciendo más difícil para el alfa mantener el control.
Bajo a su cuello llenándolo de besos y chupones, haciendo gemir de placer al omega bajo suyo.
— Ah... — Jisung se estremecía con cada toque y beso del alfa sobre su piel.
La ropa ya estaba estorbando para Minho, quien empezó a quitársela al omega con desesperación, ya no podía soportarlo más, tenía que tener a ese omega, tenía que hacerlo suyo.
— ¡Ahh! — Jisung dio un gemido al sentir como Minho empezó a chupar y morder sus delicados pezones.
Minho dejó chupones y mordidas por todo el cuerpo del omega que yacía completamente desnudo ante su mirada hambrienta. Sonrió coqueto al ver las mejillas carmín del omega quién no le dirigía la mirada.
— Jisung.
— ¿Mn?
— ¿Por qué no me miras?
Jisung sintió sus mejillas calentar más, aunque lo había hecho ya muchas veces con el alfa aún se sentía tímido al verlo.
— Yo...
Minho tomó su mentón e hizo que lo viera directamente a los ojos.
— Jisung, ¿por qué te pones tímido? Ya lo he visto todo. — Dijo a su oído haciendo estremecer al omega.
