Pasaron seis meses, unos meses muy difíciles para McQueen, estaba deprimido, Francesco hizo muchas cosas para alegrarlo, lo conseguía más o menos por una semana, pero de nuevo McQueen se encerraba en el garaje de su antigüo jefe de mecánicos Doc Hudson. McQueen ama mucho a Francesco, le gustaba que Francesco se esforzara con múltiples cosas para alegrarlo, pero de nuevo su choque y recuerdos volvían a su mente y lo deprimía.
De nuevo veía el choque de Doc, buscando algo en la cual al menos lo animara, pero nada funcionaba. El rubio estaba despeinado y con manchas de café en su sudadera gris. Sabía que estaba descuidado pero, aunque quería no tenía motivos, pero eso cambió cuando llegó Francesco.—Ciao cielo, ¿todo bien?...—dijo entrando suavemente con un pequeño pastel para animar a su amado americano.
—Si, estoy bien... Estoy sensacional...—dijo bajando la mirada.
El italiano también bajo la mirada y entró completamente al garaje con cuidado de no pisar los periódicos tirados en el suelo y dejando el pequeño pastel en una mesita del garaje.
—¿Pensando en mi suegro?—dijo tratando de animar a su amado.
El rubio solo le dió una leve sonrisa antes de seguir hablando bajando la mirada.
—¿Por qué no le dieron una oportunidad? Tenía tanto que dar y igualmente lo negaron.—dijo mirando el periódico del choque de Doc colgado en la pared.
—Pero a ti no te lo negaron caro... A Doc si, no temas al fracaso amore, pierdes tu toque, ¡tú mismo! A tu jefe tal vez se lo negaron, pero Francesco dice que es mejor salir y obtener una oportunidad en lugar de estar aquí encerrado...—dijo mostrando una sonrisa sincera a su amado. —De hecho me encanta la decoración a viejo y sucio, con telarañas y basurero en el suelo..—riendo.
McQueen solo levanto una ceja y riendo de forma leve mientras pensaba en lo que decía su amado, tenía demasiada razón. De alguna manera, Francesco era lo que lo hacía poner sus pies en el cielo, una razón más por la cuál se enamoró.
—¡Ok,ok! Ya entendí Fran... Tienes algo de razón, así que, es hora de saber cuándo me retiro... —sonrie.
—Ese es mi amore...—se acercó a su amado, y justo cuando le iba a dar un beso... Mate llegó.
—¡HOLA! ¿Ya lograste convencer a mi mejor amigo a reconciderar volver a competir?—dijo el castaño felíz.
—Si Mate, oye, ¿Puedes poner al teléfono a Rusty y Dusty?—dijo el rubio ya más animado que antes sin dejar de abrazar al italiano.
—¡Si! ¡Ya voy!—dijo felíz y se marchó brincando.
—Bene cielo, anda, come un poco y ponte algo de perfume..~ a Francesco le encanta el olor a café pero prefiero tu bello aroma a rosas.—dijo riendo dulce.
—Bien, gracias por animarme.—dijo dándole un piquito a los labios de su amado.
Ambos se sonrieron y fueron rápido al café de Flo, ya que ambos esperarían la llamada de Rusty y Dusty para volver al juego, o pista mejor dicho. Ambos fueron con seguridad al café, McQueen vió cómo sus amigos hablaban con Rusty y Dusty con gran amabilidad. Francesco lo dejó hablar a solas con sus amigos con más seguridad. El rubio corrió felíz hacia la llamada a hablar con sus representantes. McQueen claro que no se dejó deprimir, y decidió seguir en la pista sin importar nada. Ya tenía motivaciones para seguir adelante, su familia de Radiador Springs, su mejor amigo Mate, y al amor de su vida, Francesco.
La llamada no fue larga por supuesto, así que McQueen se tenía que arreglar solo para volver a ser un campeón de nuevo, odiaba aceptar la idea de ir solo, pero solo así podría llegar a mejorar más y más.
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Francesco x McQueen| amore e ricordi
RomanceTodo ocurre en un accidente, cuando McQueen estaba compitiendo contra Storm, teniendo un accidente, ocasionando la perdida de memoria de McQueen, quién tenía una relación con Francesco después del gran Prix Mundial. Francesco hará lo posible para re...