Cap.15

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McQueen y Smokey se dirigían a un taller no lejos del bar, pero aún así McQueen estaba en la vieja camioneta del menor de su propio mentor. La camioneta frenó suavemente cerca del garaje de este. Ambos salieron y Smokey avanzó hasta ahí y presionó un botón para que esté abriese.

—Doc no quiso renunciar, eso es un hecho, no pudo volver, el miserable no me habló por cincuenta años, pero podía entenderlo, estaba devastado, deprimido, sin intereses en su vida. Pero de pronto... Las cartas llegaron, miles, contándome todo lo que le había pasado. En las cartas podría jurar escucharlo como me contaba todo alegremente.—dijo Smokey a McQueen, para después prender la luz del lugar, mostrando miles de cartas.

El rubio solo caminó hasta las fotos, que parecían no acabarse, cartas colgadas y incluso muchos detalles de dónde vivía y como se la estaba pasando.

McQueen sonrió al ver que Doc le había mandado una foto a Smokey dónde ambos fueron a la última carrera... La última carrera dónde Doc aún seguía vivo, para después de dos meses... Morir. McQueen sonrió al ver todo y incluso leyó la última carta que le dejó Smokey.

“Smokey, lamento no hablarte estos días, me e sentido muy mal del corazón, parece que no voy a resistir mucho, pero quiero decirte que lamento no haber estado con ustedes, pero estoy feliz de ver otro punto de vista hacia la vida, McQueen es como un hijo para mí, aprende bastante rápido, te juro que vuela cuál cohete y ataca como bólido. Espero que algún día lo conozcas, es un gran muchacho. Oye, si falla, enséñale como me entrenaste, como manejaba las cosas, como me entrenabas. Lo animaría un poco, lo quiero y se bueno con él.”

McQueen leía, sintió las lágrimas caer por sus mejillas, miró a Smokey y este solo le mandaba una sonrisa sincera y se acercó a él para mirar una foto en específico, la última foto de McQueen con su Doc. Parecía que ambos sabían que esa foto hacía que Doc los observara y estaba con ellos. Smokey habló.

—Si, Doc amaba correr... Pero... Entrenarte... Ja! Nunca había visto a ese cascarrabias tan felíz, correr no fue su vida hijo...—el hombre con bigote vió al rubio con una ligera sonrisa aguantando las ganas de llorar igual.— Fuiste tú...

McQueen al escuchar lo último, solamente sonrió y se limpió las lágrimas, tendría que perdonarse por no hablarle a Francesco de lo que estaba pasando, pero ahora iba a entrenar con el mentor de su viejo mentor.

El italiano corría a todas direcciones, varios pasos seguían los suyos, estaba cansado, no había comido y ni siquiera había bebido ni una sola gota de agua después de todo lo que pasó, ahora se refugió en una cueva a recuperar aire, hasta escuchar los pasos de esas ratas que lo estaban siguiendo, guardó silencio, lo más que pudo. Afortunadamente nadie notó que estaba oculto. Francesco dejó caer un jadeo y sentía como estaba sangrando de las caderas por las raspadas para escapar del lugar. Estaba haciendo lo posible por no escapar gruñidos ya que la cueva hacía eco.
Empezó a buscar algo en la cual podría vendarse, de repente los mareos empezaron, el dolor, mezclado con la adrenalina, la persecusión, todo, hizo que se desmayara, de algo estaba seguro, tarde o temprano los sujetos iban a encontrarlo, lo último que vió eran dos figuras acercándose a él, para después caer inconsciente.

McQueen empezó a entrenar, su primer día fue muy entretenido, y algo complicado, demostrar como lo hacía McQueen en la pista era como algo sencillo, pero Smokey se lo haría más fácil, solo disfrazó los ejercicios de forma algo... Complicada.
Primero hizo cambios a Cruz para que tuviera un motor ruidoso para que el rubio pudiera escuchar, en las pistas todos hacían ruido, y si es en silencio jamás podría ganar a su ejercicio. No solo Smokey estaba ayudando, los viejos amigos de Doc estaban igual, al igual que la prometida de Doc. Cruz claro que estaba encantada de ayudar a su amigo McQueen.
Para McQueen, ya eran manos a la obra, antes de comenzar el duro entrenamiento, empezó a tomar su teléfono para escribirle a Francesco.

Francesco x McQueen| amore e ricordiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora