capitulo I

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Aquella mañana, desperté tarde y es que no pude descansar pensando en que otra vez debía volver al colegio. No es que no me guste estudiar o leer, aunque odio las matemáticas y el curso de educación física. Las otras materias no me parecen desagradables, pero siempre fui, por así decirlo, el bicho raro de la clase. Aunque este año sería diferente ya que mis amigas, Vero y Mariana, irían conmigo al mismo colegio, pero estaríamos en diferentes grados.

A Vero y Mariana las conozco desde niña, pues vivimos en la misma cuadra y siempre jugábamos juntas. Nunca me fue complicado hablar con ellas, no sé si influyó que nuestras familias fueran amigas o quizá el hecho de que, a diferencia de otras niñas, ambas eran muy dulces y amables. Vero era la más bonita de las tres, tenía los ojos rasgados, la piel muy blanca y el cabello negro azabache. Era súper crédula, siempre disfrutaba inventar historias bizarras para ver su cara de terror. Mariana era la mayor de las tres, media gordita pero también bonita. Llevaba siempre su hermoso cabello en una cola alta, era la más madura del grupo y la más alegre, pero sobre todo la más bondadosa. Por último, estaba yo, la más callada y seria del grupo. Tenía el cabello corto siempre esponjoso, los ojos grandes con unas pestañas largas y rizadas que eran mi mayor orgullo.

Pero bueno, ya habrá tiempo para presentarme y contarles más detalles de mis queridas amigas. En fin, como les decía, me hacía tarde y ya Mariana y Vero me esperaban. Mientras tragaba mi humeante avena caliente, me despedí como pude de mi madre y mi gato, mientras salía disparada rumbo al colegio con mis amigas.

¿Mi Vida no es color de Rosa?...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora