Capitulo XI

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El lunes siguiente a la Verbena, todos hablaban de cómo Jhon García Rojas, del 2do grado C, el chico más guapo, inteligente y mejor jugador de básquet del colegio, era pareja de Melanie Torres Sánchez, una friki NN salida, quien sabe de dónde, pero a quien más parecía afectar esto era a Marilyn, compañera de clases de Jhon. Ella era la chica más popular del colegio y la más bonita, hasta la llegada de Giovanna, pero eso no le importaba, pues desde el primer día notó que a Jhon no le interesaba. Seguramente esa tal Melania, o como se llame, lo había conquistado con el cuento de la friki random. Si había algo que Marilyn aborrecía era a las pick me girl, siempre fingiéndose las pobres víctimas que no encajaban con las otras chicas, sintiéndose únicas y diferentes. Había leído y visto información sobre ellas y cómo era que enganchaban a los muchachos. No había duda, el pobre Jhon había sido embaucado con ese cuento. Sintió que ella, como "buena amiga", debía desenmascarar a esa farsante. También sabía que Jhon no le creería si en caso decidiera advertirle directamente sobre ella. Debía ser sutil…
Por eso, aquella mañana, cuando lo vio entrando al aula, se le acercó como siempre lo hacía y él, como siempre, la esquivó con cortesía. Pero ella inmediatamente lo tomó como una orden malvada de aquella pick me girl. Así que no desistió y se sentó junto a él en su pupitre, ante el asombro e incomodidad de Jhon. Así que, con una voz casi glacial, le dijo: "Es que nos cambiaron de asientos, porque este no es tu sitio". Al oír esto, se puso roja y dijo: "No, es solo que quería preguntarte algo". Él la miró fríamente y dijo: "¿Qué deseas preguntarme?". Entonces, si podrías enseñarme matemáticas, no entiendo nada de álgebra. Es que mis padres no tienen dinero para costear clases particulares y no quiero jalar el curso. Por favor, ayúdame". Al oír esto, la voz de Jhon cambió en algo y dijo: "Está bien, voy a cuadrar mi horario y te aviso cuando pueda. “Muchísimas gracias Jhon" dijo  ella entonces este hizo un gesto vago con la mano y se le quedó mirando. Ella dijo: 'Sí, dime'. Él dijo: 'Es que ya me dijiste lo que querías, ya puedes volver a tu sitio'. 'Oh, cierto', dijo Marilyn y se levantó presurosa mientras una sonrisa algo maquiavélica se dibujaba en su cara.

¿Mi Vida no es color de Rosa?...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora