A toda prisa fuimos caminando por las calles, pasando el bullicioso mercado, cruzando a lo loco las pistas para poder llegar a tiempo, y al final lo logramos. Llegamos bañadas en sudor, pero llegamos. Al cruzar el enorme portón negro de metal, tuvimos que separarnos para formar en el patio con nuestros compañeros en nuestros respectivos grados. Hasta más tarde oí susurrar a Vero, mientras Mariana decía: "No olvides que te esperaremos afuera en la salida para regresar juntas". En voz baja y medio audible por los nervios, logré decir: "Está bien, y suerte a ambas". Luego pensé en todas las cosas que sentía que me llevaron a decirles eso porque no les conté de los nervios que sentía o de las ganas de estar con ellas en la misma aula. Sentía un hueco en el estómago, ya que no sabía qué dirían mis compañeros al verme el año pasado, no había logrado hacer ningún amigo y todos pensaban que me iría. Fue entonces cuando al alzar la cabeza, lo vi. Al inicio, creí que era una confusión producida por mis nervios, así que me restregué los ojos, pero no era ninguna alucinación. Era él. ¿Cómo olvidar sus ojos marrones, aquella sonrisa y aquel cabello rubio rizado que brillaba proyectando los reflejos del sol?
Era Jhon, mi único amigo de primaria. Bueno, hasta el segundo grado, pues en tercero se había cambiado de colegio así sin más sin un adiós y no lo había vuelto a ver. Recordé lo mucho que lo había extrañado, pero no sabía si él me recordaba después de todo se había ido sin despedirse. Teníamos ocho años la última vez que nos vimos, y habían pasado cinco largos años de eso. Entonces noté que cada vez se acercaba más a dónde estaba, así que hice lo más lógico, razonable y maduro que se puede hacer a los trece años: huí al baño.
La formación no terminó tan rápido. Los profesores hablaban y hablaban mientras se daba la bienvenida al nuevo personal. Luego, en filas, pasamos a nuestras respectivas aulas. Mis compañeros, al verme, cuchicheaban entre ellos diciendo: "Pensábamos que se iría este año". Decidí no hacerles caso. Además, ver a Jhon había cambiado en algo mi primer día de clases. Mientras tanto me preguntaba ¿Aún se acordaría de mí, de nuestros juegos, del tiempo que pasamos juntos?...
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¿Mi Vida no es color de Rosa?...
Novela Juvenil"Melanie se siente atrapada en la monotonía y aburrimiento de una vida escolar donde no encaja en ningún grupo. A pesar de tener cerca a sus dos mejores amigas de la infancia en la misma escuela, la falta de emoción la sumerge en una profunda insati...