Prologo

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Acabo de llegar del colegio a la casa, me hubiera gustado no ser partícipe de escuchar las peleas enfurecidas de mis padres otra vez, pero no se adonde correr o a quien recurrir, tal vez la razón es que en realidad llegué en el momento no indicado. No comprendo el hecho de cada pelea, acaso es por mi culpa, será porque derrame mis pinturas en el piso sin intención de hacer daño, muchas cosas me pasan por la mente, me aflijo, no solo el corazón me late con fuerza a medida que dejo caer la pequeña mochila en el piso y voy en dirección a donde se encuentran las discusiones, mi cabeza comienza a doler, no sé si me duele más mi pecho o la cabeza por las voces fuertes cada vez que me acerco. Llevo mis manos nerviosas a mi frente sudada, todo esto me tiene muy nerviosa, cuando paso mis manos por mis mejillas y las siento muy húmedas me doy cuenta que estoy llorando pero no lo asimile hasta este momento, me salió un pequeño sollozo, pero no un sollozo cualquiera, uno que demuestra dolor, preocupación y miedo a que mis padres se separen, cubro con mis pequeñas manos mi boca para ahogarlos, la puerta de su habitación está en el frente, estoy ahí parada sin moverme, me pregunto, ¿Debo abrirla?, ¿Puedo decirles que paren de discutir?, muchas preguntas que me ponen en duda e indefensa a pensamientos que no sé si me atribuyen.

─ ¡ESTOY HARTO!, no ves que es imposible convivir de esta manera─ se escucha la voz de papá enfurecido.

─ ¡Acaso no quieres luchar por tu familia!, te quieres ir y dejarnos, ¿Qué le dirás a la niña?─ el abre la puerta sin mirar afuera, veo como mamá está llorando sentada en el borde de la cama mientras el coge su maleta sin darse cuenta que estoy presente, solo miro su maleta ida.

─Estarán bien, no les faltara nada─ se voltea y queda paralizado, quiere hablarme pero busca las forma de hacerlo, suelta la maleta.

─ ¿Adónde vas padre?─ le pregunto con voz entrecortadas, mi labio inferior tiembla.

─Cariño mío─ se hinca para quedar a mi estatura, tiene sus ojos cristalinos─ Papi se irá a otro país a vivir, cuando seas más grande lo entenderás─ trata de llevar sus manos a mi cara para secarme las lágrimas, las aparto molesta con cada intento─ ¡Mírame pequeña!, solo mira a papá─ veo como una lagrima se escapa de sus ojos.

─ ¡¡No te vayas, por favor!!... todavía no me has enseñado a montar bicicleta─ le ruego, pero lo veo decidido a irse sin importarle mis palabras dolidas, me intenta abrazar pero lo rechazo. El aire me falta, no logro respirar por el dolor vivo dentro de mi ser, es ahogante e incómodo, no se expresar con palabras los sentimientos que me atormentan, trato de llorar pero no puedo, escucho voces lejanas, solo esos ruidos, la cabeza me retumba como si estuviera cerca de unas enormes bocinas.

 El aire me falta, no logro respirar por el dolor vivo dentro de mi ser, es ahogante e incómodo, no se expresar con palabras los sentimientos que me atormentan, trato de llorar pero no puedo, escucho voces lejanas, solo esos ruidos, la cabeza me r...

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