Capítulo 39

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─ ¿Porque no estas arreglada?, no me digas que el sueño era muy bueno que no escuchaste la alarma─ se queja al entrar y verla sentarse en el sofá para mirarme.

─No escuche la alarma Venus, dame unos minutos y nos vamos─ le digo dirigiéndome a la habitación en lo que me sigue, me sale un bostezo que me da las ganas de volver a tirarme en la cama.

─Eliot me dijo que sigues con el virus, ese virus se quedó permanente en tu ser, no volveré a bromear así─ habla, la veo sentarse en el borde de la cama mientras me deshago de mi pijama para darme un baño.

─Ni lo digas, hoy tengo que ir en la tarde con Eliot a la clínica, odio ir a esos lugares para atenderme, me da miedo─ murmuro y la risa de Venus se expande en la habitación.

─Maldita cobarde, todavía le tienes miedo a las inyecciones, si hubieras ido hace mucho ya estuvieras mejor─ me dice riendo, ruedo los ojos porque lo sé, tengo a Eliot que me lo recuerda como una canción o un discurso de un político.

─Así es─ admito entrando al baño─ ¿Y Liam?─ le pregunto alto para que me escuche, no me sorprende que entre y se siente en la tapa del inodoro para hablarme, eso nunca hemos cambiado.

─ ¡Sabes lo que me hizo ese idiota humano!─ me habla haciéndome reír cuando entro en la ducha.

─ ¡Que agresiva!, ¿Qué te hizo?

─Anoche preparo una cena romántica en la casa, que luego nos iba a llevar a tener...─ habla sonando irritada.

─Que los iba a llevar a tener sexo como los conejos que son, prosigue─ le digo, la escucho bufar, giro la llave de la ducha y el agua impacta mi cuerpo haciéndolo relajar rápido.

─ ¡Ana!

─ ¡Es la verdad!, pero habla que sucedió para que lo llames idiota.

─Cuando entramos a la habitación y estábamos encendidos de placer, le pedí que me diera unos minutos para ir a retocarme al baño, y cuando salgo toda glamurosa, el muy idiota estaba profundamente dormido... ¡puedes creerlo!, mato una noche apasionada─ fuerzas no tuve para reírme, la escucho reír sin querer.

─Debiste ver la hora cuando entraste a retocarte, seguro no tardaste dos minutos Venus─ le aclaro sonriendo.

─No lo justifiques, estoy cachonda por el─ me dice que cuando asomo la cabeza por la puerta corrediza que me cubre de la ducha, la veo haciendo un puchero que me hace volver a reír con fuerzas.─ ¡Deja de reírte estúpida!─ se queja sonrojada.

─Pobre Liam─ digo sin dejar de reírme.

─Báñate rápido, Aurora nos espera.

─ ¡Sí!, que mujer esta.

Estamos de camino en auto para la casa de mamá mientras Venus se está comiendo un sándwich, me hizo detenerme en una cafetería para saciar sus ganas de comer un sándwich triple de carne, solo compre un café, con eso me sentí satisfecha. La veo comer con ese gusto, y me limito a ver el sándwich entre veces sin desconcentrarme de conducir bien en la autopista, hago una mueca mientras la veo morder.

─Podrías dejar de comer el sándwich por favor, no eres tú, es el sándwich─ digo con una mueca de asco con solo verlo.

─ ¡Pero que envidiosa!─ se queja casi haciendo un puchero─ Pues no me mires comiendo, atiende a llevarnos vivas adonde Aurora, señor dame paciencia.

─No es solo ver lo que comes, es el olor que me está haciendo imaginarme vomitar en tu cara si no dejas de comerlo, tú decides mejor amiga─ admito deteniéndome en un semáforo que marco color rojo, hace un mohín cuando guarda lo poco de lo que comía en su propia bolsita en la cual vino, respiro mucho mejor, pero el malestar sigue intacto. Cuando el semáforo marca verde pongo el auto en marcha sintiendo la mirada de Venus.

Solo TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora