Mi corazón late muy rápido, ¿Por qué me sorprendo viendo a Sebastián con una familia formada? ¿Por qué todavía me siento vulnerable ante su persona? Bueno, será porque tengo demasiadas razones para sentirme herida y con enfurecimiento viviente en este momento a punto de estallar. La realidad cuando te golpea fuerte, te hace sentir de muchas maneras indescriptibles de asimilar, veamos esto, la simple razón de darme cuenta que el niño de cinco años que está sentado a su lado mostrándole su amor a Sebastián y la mujer que se ríe viendo a su hijo siendo cariñoso, se trata nada más y nada menos el niño que conocí en la plaza cuando fui por el vestido de novia con Madison y la mujer es la dueña del lugar. Cuando dicen que el mundo es una caja de sorpresas, no mienten y cuando dicen que el mundo en realidad se puede volver pequeño para demostrarte que no importa cuán grande sea, no importa siempre y cuando tu destino te lo hace pequeño frente a tus narices.
Cuando los ojos azules de Sebastián se topan con los míos cuando por obligación debo pasar cerca de su mesa, es una cara justa de ser encontrado infraganti y no sabe cómo reaccionar. Siento este alivio interno cuando salgo del restaurante, suelto la mano de Eliot para llevarla a mi boca y tratar de respirar mejor, esto es demasiado para asimilar. Siento los brazos de Eliot rodearme y yo corresponderle con tristeza obvia, mi mejilla esta contra su pecho mientras tengo mi respiración descontrolada... ¿Por qué?, porque tengo las ganas inmensas de llorar y lo reprimo con toda la poca fuerza que tengo. Si me abandono, fue por que en verdad nunca me quiso, sé que siempre lo he sabido, pero una cosa es saberlo y otra es afirmarlo con tus propios ojos.
─Ana, estoy aquí─ me susurra sin dejar de abrazarme, cierro mis ojos tratando de no llorar─ No mereces sentirte así, mereces más que esto Ana, no dejes que tenga el poder de volverte vulnerable, sé que es difícil para ti, pero se cuán difícil se volverá si le sumas importancia a alguien que no merece tus lágrimas.
─Lo odio─ confieso en un susurro─ Es un vil mentiroso de mierda─ aseguro apartándome, alzo la barbilla con altura, y veo cómo sale el causante de mi desconcierto del restaurante con cara de súplica.
─Ana─ me llama llegando a nosotros─ Lo que viste adentro... déjame explicarte─ me habla, me rio con ironía mirándolo.
─Eres una persona llena de sorpresas, y con muchas explicaciones que dar─ indico con molestia─ ¡Que rayos me vas a explicar!─ le grito sin poder evitarlo.
─Ana─ Eliot me habla tratando de calmarme, pero dudo que pueda, miro a Sebastián.
─Me abandonas siendo una niña, no te importo nada para hacerlo y luego apareces queriendo recuperarme como si fuera una estúpida, no solo me hieres con ello, también resulta que tienes una familia, en serio no sé qué más esperar de ti─ murmuro enojada, lo veo tragar en seco.
─Lo siento─ se disculpa con evidente dolor en su rostro.
─ ¡No hay disculpas en este mundo que haga que te perdone!
─ ¡Sabes porque me fui!─ me habla con voz entrecortadas─ Porque fui un estúpido ambicioso que solo le importaba crecer como persona e hizo que mi matrimonio sufriera hasta llegar al punto que sin darme cuenta puse en primer lugar mi trabajo ante que mi familia─ me expresa─ Pero cambie, porque me di cuenta que la familia no se puede poner inferior a un trabajo, y ese error tan grande que cometí contigo y tu madre, es lo que tarde me hicieron cambiar.
─Las personas como tú, no cambian, sabes todas las veces que llore en cada recital del colegio cuando veía que los padres de mis compañeros se sintieran orgullosos de estar presentes y darle esas palabras justas para que se sintieran que le importan mucho─ le confieso con voz entrecortadas, me escucha viéndose incomodo, ni siquiera puede mirarme a la cara─ Es alentador escuchar de tus propios labios, que el trabajo fue lo primero en tu vida, y espero que esa elección que tomaste, sea justa para que seas un hombre feliz, pero sabes lo que más quiero─ le digo apuntándolo con dolor, cuando veo a su esposa salir junto al niño quien me mira con suma curiosidad inocente.
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Solo Tuya
RomanceAna Hamilton, una chica de diecisiete años rodeada de amor de madre y amigos, es reservada con sus sentimientos y la razón es por el miedo hacer abandonada o rechazada como lo hizo su padre cuando apenas era una niña, a pesar que tiene personas a su...