Capítulo 41

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Me encuentro en mi departamento esperando a Eliot, estoy que me muevo de un lado a otro sin encontrar sitio. Me calme mucho mientras reía con mamá y Venus, mamá se encargó de hablarme muchas cosas que necesitaba para ser fuerte desde ahora, incluso me hablo cuando se enteró que estaba embarazada de mí, fueron muchas palabras bonitas que me dio. Su felicidad me llena completa, la escuche decir que va a empezar a comprarme algunas cosas, la deje quieta porque no quiero ser aguafiestas, le encanta la idea que será abuela. Venus condujo por mi hasta traerme aquí, me deseo mucha suerte con una sonrisa con la plática que tendré con Eliot, se fue en un taxi porque no quiso irse en mi auto, cuando entre me di una ducha para relajarme, y ahora me encuentro acostada en la habitación. Llame a Eliot antes de salir de casa de mamá diciéndole que no iremos hoy a la clínica, esa es la razón por la que sé que vendrá rápido para obligarme a ir, ahora que estoy acostada, me da esta curiosidad de levantar mi blusa hasta la mitad de mi abdomen para hacerme la idea que tengo una vida dentro de mi, es algo muy maravilloso de pensar e imaginar.

Acaricio mi vientre aun plano con una sonrisa en los labios, nunca pensé que a mis veintidós años estuviera embarazada del hombre que amo. Esto es una locura perfecta, no tengo la idea de cómo seré de madre porque nunca lo he pensado, pero eso no quita que tenga la fe que amare y cuidare con mi vida a un bebé que venga de mí y que sea parte de Eliot. La simple idea de pensarlo me hace sentir segura, al principio tenía este miedo que me hacía perder las fuerzas, pero gracias a las palabras de mamá y Venus, comprendí que todo saldrá bien y que es algo de lo que no debo preocuparme.

Escucho la puerta ser abierta y cerrada, bajo la blusa hasta cubrir mi abdomen, los pasos de Eliot se escuchan en la sala y siento mis nervios fluir, me siento mejor en la cama cuando lo escucho venir a la habitación, sonrío un poco porque lo escucho cantar una canción de Bruno Mars. En el momento que entra a la habitación me con ojos iluminados, se acerca a la cama y me estrecha en sus brazos antes de depositar un beso sobre mis labios, suspira cansado.

─Ana, vamos a ir a la clínica─ me dice decidido, me rio nerviosa y él sonríe viéndome. Esto es lo peor que hay en la vida, que sientas que una simple palabra te cueste pensarla y decirla a una persona.

─No iremos─ afirmo seria, frunce el ceño, muerdo mi labio inferior mirándolo nerviosa, están apuesto que me dan ganas de no querer soltarlo, lleva una camisa blanca, con un jean y unos zapatos negros de vestir.

─No me hagas cargarte, puedo hacerlo sin problemas amor─ me dice haciéndome sonreír, me mira curioso. Creo que debo beber agua o moriré sedienta antes de decirlo, mi corazón late con tanta fuerzas que creo que me dará un infarto─ Te estas poniendo pálida─ me dice viéndose preocupado, lleva el dorso de su mano a mi frente para comprobar si tengo calentura, suspira dejando dicho que no tengo fiebre.

─Por favor búscame un vaso con agua─ le digo en un susurro que apenas escucha, se pone de pies antes de besar mi mejilla y verlo salir de la habitación algo aturdido, sé que ha estado muy preocupado por mi estos días, y no he estado ayudándole a saciar su preocupación siendo llevada a la clínica por él, pero se lo recompensaré, ahora no solo llevara una vida a una clínica para saber cómo esta, llevara dos, esto cada vez se vuelve más interesante de pensar.

Me levanto de la cama rápido porque siento que no puedo estar ni siquiera acostada, el aire acondicionado esta encendido en la habitación y estoy como si estuviera bajo el mismo sol, transpirando. Creo que debo decir esto rápido o caeré de nuevo, siento estas ganas inmensas de correr pero todo eso se va al carajo cuando me encuentro con los ojos de Eliot que me dan paz, entrar a la habitación con un vaso de agua en sus manos. Ana relájate, es el hombre de tu vida, que daría la vida por ti, lo conoces mejor que nadie y no debes temer al decirle algo como que será padre... ¡Dios mío! Seremos padres, apenas ayer éramos solo los dos y ahora está un bebé en camino.

Solo TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora