Capítulo 31

18.1K 678 15
                                    

ANA

Lo que quisiera ahora mismo es que todo lo que estoy pasando sea un sueño, si me pellizco solo sentiré dolor y no despertare de un sueño porque estoy despierta y todo lo que estoy pasando es una realidad. Cuando era pequeña me apegue mucho al padre de Venus, porque lo veía un gran padre, siempre nos aconsejó a las dos, nos contaba historias muy buenas, jugaba con nosotras cuando tenía tiempo libre. A veces lloraba porque sacaba comparación de Paul y Sebastián, lloraba porque Sebastián no le daba por los talones al padre de Venus, no miento que antes que Sebastián decidiera marcharse, no fuera bueno conmigo, de lo que recuerdo, siempre estaba pendiente de mí, pero al marcharse todos los buenos recuerdos se olvidan porque te ciegas por el dolor. Recuerdo que duré un mes esperándolo fuera del colegio y la puerta de la casa con la esperanza que por cosas de la vida volviera, me pidiera disculpa y me dijera que nunca lo volvería hacer, que ingenuos son los niños. Agradezco que hoy se cumple una semana desde la última vez que lo vi, pero aun así, me pone ansiosa verle de nuevo, tiene el talento por lo visto de aparecerse cuando menos lo espero, odio sentirme vulnerable bajo su presencia.

─Ana deja de pensar en lo mismo, por favor─ me habla Venus sacándome de mis pensamientos abrumadores, desde que se enteró por Eliot no hay un día que no deje de venir a verme, al igual que Nicole, Logan y Liam han venido a sacarme ánimos pero estoy con los ánimos por el suelo, y mi humor por los aires, estoy siendo una perra en estos días.

─Como si fuera fácil─ murmuro rondando los ojos.

─Porque no te arreglas y salimos, pareces como si te estuvieras escondiendo de un delito y haciéndote amiga de estas cuatro paredes─ concreta.

─No pienso salir Venus─ le digo sin mirarla.

─ ¡Ay señor de los cielos!─ jadea molesta, sorprendiéndome me levanta de la cama por el brazo y me mira fijo a los ojos─ Saldremos de aquí ahora mismo, no me hagas hacerte vestir a la fuerza Ana, no me hagas─ me amenaza, me pregunto adonde esta mi mejor amiga risueña, se supone que de las dos, soy las más gruñona y autoritaria.

─ ¡¿Pero qué te pasa?!─ le pregunto sorprendida.

─ ¿Qué es lo que me pasa?...bueno que mi mejor amiga se está quebrando y no me deja ayudarle, grita si quieres hacerlo, puedo incluso darte algo para que rompas ahora mismo, no tienes que engañarme con ese humor que llevas Ana, se cuánto te duele que tu padre haya vuelto, le puedes mentir a Nicole, Logan y a Liam, pero a mí no─ me habla rápido y preciso, pero cada una de sus palabras me llegan al punto que mis ojos se cristalicen.

─ ¡Te odio!─ grito sentándome en la esquina de la cama sin mirarla.

─Estas iniciando bien─ me dice antes de sentarse a mi lado, pasa su brazo por mis hombros de tal manera que recuesto mi cabeza en su hombro. Paso el dorso de mi mano para limpiar mis lágrimas─ Siento mucho que estés pasando por esto, pero eres la persona más fuerte que conozco y podrás enfrentar a Sebastián, no te aflijas Ana, estoy aquí, te amo mi gruñona─ me hace sonreír un poco.

─Muchas gracias, ¿Me vas a comprar helado?─ le pregunto levantando mi cabeza para mirarle

─ ¿Qué?

─Dijiste que saliéramos, tu invitas─ le digo, eso ilumina sus ojos con emoción.

Estamos sentadas en una banca en el parque comiendo helado de chocolate, tranquilas mientras observamos a los niños jugar. El aire está frio, lo cual agradezco, me hace sentir bien, tengo el rostro como si estuviera pasando por un momento difícil pero ya está bueno de ser tan cabeza dura, últimamente he hablado de forma cortante con mamá y me duele mucho, pero solo necesito tiempo a solas. Todavía no entiendo porque se mantenía en contacto con Sebastián, la simple idea de pensarlo me duele, se supone que no debió nunca dirigirle la palabra.

Solo TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora