Solo Tuya

Capitulo 7

ELIOT

Al bajar por la ventana pude escuchar como Ana le pide disculpas a su mamá por lo que seguro discutieron, sonreí por eso, no hay algo que te haga hacerte mejor que una disculpa honesta. Cuando me expresó lo que siente con respeto a su padre, lo que él hizo, el daño que le ha ocasionado ese hecho, me ha dejado abrumado y algo bajo de ánimo, no me imagino lo que se siente un abandono, debe ser algo horrible y más si eso implica que suceda tu siendo un niño, lo que es bastante decepcionante para un infante que no entiende las cosas de él porque suceden. Ahora comprendo la razón por la que ella es insegura de expresarse o de confiar en la palabra de alguien o de las personas, trata de cuidar que no le vuelvan hacer daño, no se entrega por completo. Todo tiene sentido, antes solo pensaba que era insegura porque era su forma de ser con las personas que casi no conoce, pero todo encaja que siempre tiene esa autodefensa de sí misma para cuidar sus sentimientos, ese miedo que la vuelvan a lastimar, que exista el abandono nuevamente, eso es algo que empezó a tener desde niña.

Voy en la autopista pensando esto, ver el semáforo en rojo de repente fue un impulso para frenar de pronto la moto, respire profundo, decidí centrarme en llegar vivo a la casa, porque mis pensamientos me estaban haciendo olvidar por segundos la razón que estoy en una moto y que debo ser precavido en la autopista. Ya en la casa antes de entrar la moto en el garaje me percato que hay un auto estacionado afuera, no sabía que papá y mamá tendrían visitas a estas horas de la noche, me quito el casco y lo pongo sobre la moto antes de decidir entrar a la casa. Adentro veo varias maletas hacerse presente, junto mis cejas llevando mi mano a la nuca pensando quien podría ser, cuando me llega a la mente la posibilidad que ella este aquí sonrío alegre yendo a la sala de estar todos están riendo tomando una bebida, en cuanto sus ojos negros se topan con los míos ruedo los ojos antes que sus brazos me aprieten como para asfixiarme.

─ ¡mi feo!─ Madison sin soltarme empieza a dar besos en mi mejilla, todos en la casa se ríen, le correspondo muy feliz, la extrañaba, tenía muchos meses sin verla, su cabello está más largo, es algo que muestra lo mucho que en verdad tenemos sin vernos, ver a Madison es como ver el mismo retracto hermoso de mamá, tiene su cabello negro muy ondulado, su color de piel y su baja estatura. Ella con solo llevarme cinco años de edad fue como una niña precoz como le dicen en la familia, siempre se creyó adulta, cuido de mí y siempre se le notaba esa madurez todavía siendo una niña, en ese caso salió a papá, cuando se fue a estudiar medicina a Londres tuve que acostumbrarme a no verla meterse en mi vida, esa era una de nuestras peleas pero extrañe eso en cuanto la vi salir por la puerta de la casa con casi todas su pertenencias.

─Madison basta, me vas asfixiar─ puedo apostar que sonrió, no solo pudo soltarme también al hacerlo me despeino el cabello como siempre.

─Te extrañe idiota─ me dice mirándome con tono de nostalgia.

─Yo también─ le digo sincero─ ¿Por qué no me avisaron que vendría Madison?─ miro a mis padres con reproche.

─Tu hermana quería sorprenderte─ anuncia mamá con cara de inocente.

─Cariño, y ese anillo─ papá habla acercándose a Madison curioso, sonrojada esconde su mano para esconderlo, estando cerca de ella puedo ver que tiene un anillo de compromiso, mis ojos apuesto que están casi afuera mirándolo, poso mis ojos en ella.

─ ¡ESTOY COMPROMETIDA!...SORPRESA─ suelta como dicen en algunos lugares La bomba, no pude aguantar soltar una fuerte carcajada por la cara que ha puesto papá, es como si la noticia le cayó explosiva, solo le falta caer, pero al contrario mamá se le han puesto los ojos cristalinos de alegría mutua, le cogió la mano para verle el anillo y luego la abrazó fuerte.

─ ¡Wou que felicidad cariño!─ expresa mamá llevando su mano a la boca con emoción, luego los ojos de Madison van a papá.

─No me dirás nada papá─ nerviosa e impaciente lo mira, el tira un enorme suspiro y le sonríe.