Promesas

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Merlin despierta finalmente, frente a ella se encuentra un hombre de cabello negro y largo que se sienta frente al fuego, observa a su alrededor y nota que está en el interior de una cueva, ve más detenidamente y por unos instantes piensa que ha sido secuestrada.

-¿Quien eres?- dice a la defensiva mientras se incorpora.

-Yo debería hacer la misma pregunta, no pareces de por aquí.

-Estaba recorriendo el bosque

El sonido de paso interrumpe la conversación de ambos pelinegros, Ginebra se encontraba finalmente en la entrada de aquella cueva.

-¿Quién demonios eres tú?- exclamó Nanashi tomando su espada.

-Así que tú eres...- la niña trata de jalar aire en sus pulmones para poder continuar- Tu eres Merlín, ¿no es así?- la señala.

-¿Te conozco?- responde la pelinegra tratando de hacer memoria- ¿Alguna vez te he...?

Está por iniciar un interrogatorio, pero entonces observa cómo la pequeña se desmaya.

-Maldición- exclama Nanashi, ya era demasiado peligroso para él haber rescatado a aquella mujer que parecía una maga y ahora aprecia una niña de quien sabe donde, si era de algún pueblo cercano y sus padres la buscaban, su pequeño escondite quedaría al descubierto.

-Solo perdió el conocimiento- dice Merlin revisándola y notando la extraña reacción de su acompañante- ¿Acaso eres un bandido o un asesino que se esconde de los hombres del rey?- agrega temerosa.

-No es asunto tuyo, pero parece que tu pequeña amiga te siguió hasta aquí, así que será mejor que ambas se vayan y como agradecimiento por haberte rescatado, agradeceré que no menciones a nadie que me viste.

-Ok... el problema es que si estaba en el bosque con alguien, pero... jamás he visto a esta chica.

-Bueno, pueden hacerse amigas en el camino- dice mientras se asoma al exterior- Si vas en ese camino, llegarás a Liones, la niña debe ser de algún pueblo cercano o nunca podría haber llegado hasta aquí con vida, así que cuando despierte acompañala a casa.

-Nisiquiera se quien es y además debo regresar a donde me encontraste, mi pupila podría estar problemas es la hija de un noble y...

-No vayas...- la voz de Ginebra interrumpe su pequeña conversación- Merlin por favor, no lo busques...

-Un paso a la vez niña, ¿Cómo sabes mi nombre?

-Te he visto en mis sueños y en los sueños de mi otro yo.

-Vaya parece que se golpeó la cabeza al desmayarse- dice Nanashi- Las dejaré solas, talvez pueda decirte de qué pueblo vino- termina saliendo del lugar.

-¿Qué quieres decir con que me has visto en tus sueños?

-Eso, tu estas buscando a Arthur Pendragon, bueno en este momento el es solo Arthur, aun no sabe que está destinado a ser rey- las palabras de la niña parecen empezar a llenar los huecos en su cabeza- Es el encontrarse contigo lo que lo hace despertar su destino, un destino que ya cobró la vida de muchos inocentes.

-¿De qué me hablas? Esto no... no tiene sentido ¿Y quien eres en primer lugar?

-Yo soy Ginebra y quizás para nosotros no parece tener sentido o lógica, no aun, pero es por eso que debes dejar de buscarlo, eso es todo lo que se- señala hacia dónde se marchó Nanashi- Ese sujeto ha sido el maestro de espada, igual que en su otra versión, Arthur iba a encontrarse hoy con él y te encontraría aquí, lo que daría inicio... a una verdadera pesadilla.

La maga analiza las palabras de la chica, había pasado los últimos años de su vida viajando, si bien quería adquirir la mayor cantidad de conocimientos posibles, su principal motivación era encontrar a la persona de sus sueños, ahora esa persona tenía una identidad y un nombre: Arthur.

Pero encontrarlo venía acompañado de una temible predicción, sus pesadillas vuelven a su mente ahora cobrando sentido, los paisajes de destrucción que había visto, las lágrimas en los ojos de aquella persona a quien había visto morir y por quien había sufrido aún sin conocerlo.

-Merlín vuelve a tu hogar, encuentra a tu pupila y váyanse, y promete que pase lo que pase de ahora en adelante, no vas a seguir buscando a Arthur- obliga la niña, mientras Merlin agacha la cabeza escondiendo su rostro y responde con un corto si.

Érase una vez... NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora