🍲¦capítulo 14

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Jimin no podía quitarse de la mente las miradas que el Chef Jeon le daba, miradas que le dejaban miles de pensamientos.

El alfa siempre le marcaba, y atendía su marca, daba gracias al cielo que JiHyu ya estaba dormido cuando llegaba a casa, así que no se daba cuenta de que el iba con olor de alfa impregnado en él, por que sabía muy bien que el pequeño alfa no le dejaría en paz hasta saber la verdad.
Y su hermano era la persona más protectora del mundo, quizás debido a su genética.

Otra cosa que tenía con dudas en su mente era Kim Taehyung, el alfa siempre se mostraba amable y respetuoso con él, a Jimin le caía bien, pero últimamente se le acercaba demasiado, se despedía de él con un abrazo y beso en la mejilla, Jimin no sabía como tomarse esos atrevimientos del alfa.

Pero no quería pensar en eso, tenía cosas mas importantes por las cuales gastar neuronas. Y ese era su hermano, ya casi le tocaba el chequeo, y estaba nervioso y con miedo, la enfermedad de JiHyu era un proceso que les estaba costando, pero que Jimin con mucho esfuerzo lograba salir adelante.

Jimin solo esperaba que los exámenes salieran bien y ellos pudieran vencer la enfermedad.

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Era sábado y esa noche sería la cena con sus padres, sabía muy bien lo que se vendría, reclamos y más reclamos.

Y todo por el chismoso de SongYoo.

Jungkook necesitaba mantener su mente en otro lado, no en el omega Park, siempre le daba la atención que requería y quizás ese día sería el único que no podría hacerlo.

Ya que Jungkook se iría temprano, y no podía marcarlo, y quizás era eso que lo tenía de mal humor.

Era ahora donde necesitaba tener el número de Jimin para poder avisarle que no sería necesario que fuera a su oficina.

Jungkook se puso a cocinar ese día y Jimin hubiese deseado verlo en todo momento, pero habían pedidos y personas llegando, que no pudo hacerlo.
Ver cocinar a Jungkook era sorprendente, claro con lo poco que pudo ver. Sus manos tan ágiles, concentrado en lo que hacía, lleno de movimiento.

Y así sucesivamente se fue la mañana, Jimin vio salir al alfa sin con sus cosas, ¿acaso se iba y no le dijo?...

Se supone que él le marcaría, pero Jimin no sabía como tomarse el hecho de que el hombre se fue sin decirle nada, sin darle explicaciones.

Aunque ¿estaba en su derecho de reclamar?. No. No lo estaba.

¿El alfa tenía la obligación de darle explicaciones?. No. Definitivamente no.

Así que Jimin le reprendió a su lobo, porque se tomaba atrevimientos que no lo correspondían.

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La noche se llegó, y con ello Jungkook junto a su hermano emprendieron su camino hacia Busan, directo a la casa de sus padres. En el camino SongYoo intentó sacarle información del omega, pero Jungkook se negaba a hablar sobre ello.

Cuando llegaron, una hermosa casa rojo con blanco los recibió, era de doble planta, pero era una casa pequeña, muy diferente a la de Jungkook, la cual era enorme y de doble igual.

La casa de sus padres era más hogareña, había un hermoso jardín, figuras de duendes adornando el pasto.

Cuando ambos hermanos se bajaron, no llegaron ni a medio camino cuando una pequeña y linda mujer salió al encuentro de alfa y omega.

SongYoo igual salió al encuentro de su madre, la abrazo como si no la viera desde muchos años.

Luego de eso, la mujer miro a Jungkook, se llevó las manos al pecho y le sonrió, una mirada llena de amor puro y sincero. Los ojos de bambi de la señora Jeon irradiaban cariño hacia Jungkook, y este solamente le sonrio pequeño, y en un pestañear ya tenía a la mujer pegada a él.

Abrazandole con sus brazos y con su cabeza recostada en su pecho.
Jungkook la envolvió en sus brazos y disfruto del caluroso abrazo.

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La cena estaba más que lista, Sin duda Jungkook había heredado los dotes de su madre, ya que esta cocinaba de maravilla.

La bienvenida que le había dado su padre había sido diferente, le había dado un fuerte abrazo y luego le había revuelto los cabellos, tal y como hacía cuando Jungkook tenía cinco años.

Los cuatro se sentaron dispuestos a disfrutar las delicias de su madre.
Mientras comían hablaban del alfa de SongYoo, el cual se encontraba en un viaje de negocios, era por eso que SongYoo estaba con Jungkook, ya que al omega no le gustaba estar solo en casa. Aunque no era mucha la diferencia, pero algo era algo.

Y luego vino lo que Jungkook se estaba esperando, o más bien la pregunta.

-Jungkook, ¿en verdad encontraste a tu omega?... - Le daría una buena regañada a SongYoo.

-No es mi omega madre.

-Jungkook...

-No SongYoo. -Jungkook no dejo que hablara. Sus padres los miraban a ambos, ya que ambos, alfa y omega se miraban directamente a los ojos, y ninguno ni otro se quitaba la mirada.

- Es suficiente cachorros.

Ese fue el señor Jeon.

-Tu dices que no es tu omega, pero SongYoo dice que si lo es.

-SongYoo no sabe lo que dice.

-Claro que si, que tu seas un alfa tonto no es mi problema.

-Hijo... -la señora Jeon tomó la mano de Jungkook -Si es tu omega... -

-No es mi omega.

Jungkook ignoro a los gruñidos enfadados de su lobo, los reclamos e insultos hacia su persona, de pronto dejo de sentirlo, sabía que se había ido.

Daba igual, después regresaría.

- Si no es tu omega, por que te viste en la necesidad de marcarlo.

Soltó SongYoo, y Jungkook quiso tirarle el plato encima por haber dicho eso.

-¡Lo marcaste! -dijeron al unísono ambos padres.

Y Jungkook sabía que ese era su fin.

-Traes a ese omega por que lo traes. -Dijo su padre.

-Es una marca temporal. -dijo Jungkook algo cansado del tema.

-He dicho que lo traes jovencito.

Mierda, maldito SongYoo y su bocota.

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❤️❤️❤️❤️❤️❤️




CHEF'S🍲KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora