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054. Te creo

054

Te creo

¿Quién es?

No dejo de preguntarme eso mientras bajo las escaleras al primer piso, buscando a Nick y a Jamie.

¿Quién es la persona que me ha estado mandando todos esos mensajes?

¿Es alguien que conozco?

¿Es alguien que simplemente me odia por lo que hice?

¿Es solo una broma de mal gusto?

Desde ese partido, ir a la escuela me revolvía el estómago. El primer lunes después de la confrontación, todo el mundo me miraba. O al menos así se sentía. Era como si de pronto hubiese pasado de ser inexistente a ser la estrella de algún problema de televisión. No fue tan intenso desde el inicio, en un principio solo sentía que me miraban o que la gente se daba miradas furtivas cuando yo pasaba, pero luego comenzaron esas risas cada vez que caminaba sola, o esos comentarios susurrados justo cuando pasaba por el lado de alguien. Era un infierno.

Si tenía clases con Nick o Jamie, me tranquilizaba, porque nadie me decía nada con ellos. Solo una vez me susurraron algo cuando Jamie estaba conmigo y ella casi les da un puñetazo en la cara. Por suerte, Scott estaba cerca en ese momento y la detuvo diciéndole que no valía la pena.

Luego, cuando llegué a casa un día después de la escuela, llegó un mensaje. El mensaje venía con una foto mía en el pasillo, sacando unos libros de mi casillero. Estaba sola y tenía los ojos llorosos porque en ese momento Jackson había pasado por mi lado junto con sus amigos y se habían susurrado algo antes de reírse mientras me miraban. La foto venía con un mensaje.

Hola Leila, no te veías tan contenta hoy.

Pensé que estarías más feliz ahora que habías conseguido a Nick.

¿Es que ahora que lo tienes necesitas otra polla?

¿Quieres que te de una lista de chicos con novia?

Vomité cuando terminé de leer. El miedo me consumió y me dejó botada en el baño de mi habitación por muchos minutos. Sabía que lo que había hecho no estaba bien, pero no sabía cómo solucionarlo. Cómo enmendar mis errores egoístas e irresponsables.

No me sentía bien por lo que le habíamos hecho a Megan, pero no me arrepentía tampoco. Quizás eso también me hacía sentir aún más culpable. El hecho de que lo haría todo de nuevo, si eso significaba que Nick y yo pudiésemos estar juntos. Bueno, quizás no todo exactamente de nuevo, quizás hubiese decidido por un camino más saludable en el que ambos pudiésemos confesar nuestros sentimientos sin herir a nadie.

Pero, en fin. Lo hecho, hecho está ¿no?

Solo necesitaba encontrar a mis amigos y sentirme segura de nuevo. No había venido a esta fiesta para sentirme acosada y culpable por lo que había pasado.

No veo a Jamie y a Scott en la pista de baile ni en el lugar apartado en el que los había visto antes de que Nick me guiara al baño del segundo piso. ¿Por qué estaban discutiendo tanto? Sé que Scott estaba tan preocupado como yo de que Jamie tomara esas pastillas que le había ofrecido Caleb, pero nunca lo había visto tan serio y enojado. Mucho menos si su enojo era hacia Jamie, a quien regularmente prefería molestar y hacer el centro de sus bromas.

Me escabullo por un pasillo y paso por la gran cocina de la casa –o quizás mansión– de Scott. Está ocupada por un montón de gente que está sentada es la isla de mármol de color negro colocada al medio de la cocina, casi todos están enrollándose o tomando shots de vasos de vidrio puestos en una hilera encima del mármol. No hay nadie que conozca ahí.