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055. Con eso me basta

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Con eso me basta

Me preocupo de atender a Megan dentro de la habitación mientras Jamie hace los arreglos que prometió cuando salió por la puerta. Llevo a Megan a la cama y la hago sentarse para que deje de mirarse en el espejo y luego voy al baño para buscar una toalla mojada para limpiar su maquillaje corrido y las lágrimas secas en sus mejillas. En el suelo hay dos vasos rojos de plástico con alcohol, me indica cuál es el suyo y lo lavo en el baño para poder llenarlo con agua y llevárselo. Se lo bebe en silencio calmando su respiración y una vez que lo termina prosigo con la limpieza de su rostro con el paño mojado. Ella solo me mira con una combinación de sorpresa y tensión. Sus ojos azules están apagados y empañados por más lágrimas, pero que no llegan a salir. Solo se quedan ahí, brillando en sus ojos.

Es preciosa.

Parece una muñeca.

La horrible envidia me sube por el estómago y la garganta, como un monstruo que se arrastra y contamina cada centímetro que toca dentro de mi cuerpo. Me siento enferma de solo pensarlo, teniendo en cuenta por lo que acaba de pasar, es ridículo que me ponga a pensar en su belleza ahora, pero no puedo evitarlo. Es muy bonita, y solo puedo pensar en qué tengo yo para que Nicholas me haya preferido a mí.

Deja de pensar en eso, idiota.

—Ya estás limpia — susurro.

—Gracias — dice con voz temblorosa.

Voy al baño de la habitación de nuevo y dejo la toalla mojada en el lavamanos. El baño es grande y probablemente sea la habitación de los padres de Scott, está muy ordenado y limpio, por lo que me da la sensación de que tienen gente que hace aseo regularmente o quizás nunca están aquí.

Me devuelvo a la habitación y Megan levanta la cabeza.

—No las entiendo — susurra.

—¿Qué?

Me detengo.

—No las entiendo. — Repite y se mira las manos—. Antes, siempre eran desagradables conmigo, sobre todo tú. Y ahora te comportas tan bien conmigo...— Me mira y frunce el ceño—. Te detesto y lo detesto a él también por lo que me hicieron.

—Lo sé — susurro—. Me arrepiento de lo que hice.

—¿Lo haces?

Trago con dificultad.

—No estuvo bien — murmuro—. Creo que... creo que él me gustaba de hace mucho tiempo, pero no quería asumirlo.

—Eso era obvio — murmura entre dientes, con un poco de desagrado.

Entierro mis uñas en las palmas de las manos con fuerza.

—Me arrepiento de mi comportamiento contigo y tengo mucha vergüenza por todo eso, pero eso no quita el hecho de que Jackson estaba aprovechándose de ti.

Megan se estremece cuando lo menciono.

—No importa. Todos me vieron llevarlo de la mano hasta aquí. Nadie me creerá.

—Yo te creo. Yo lo vi y te vi a ti decirle que no.

—Dirán que soy una mojigata. — Baja la cabeza mirando sus manos—. Dirán que lo hice para llamar la atención porque los vi a ustedes dos meterse al baño juntos.

Me acerco a ella y tomo sus manos dándoles un apretón.

—Que digan lo que quieran, Megan. Yo te defenderé.