Capítulo 31.
Nunca te dejaré ir, mariposa.
Hace un año.
Después de la pelea.
16 años.
Nicholas y yo no hemos hablado en una semana y no sé cómo reaccionar ante su indiferencia, porque — Si debo ser honesta — yo no empecé la pelea y no creo que deba ir, ponerme de rodillas y rogarle perdón por haber besado a Lucas. Además... ¡Simplemente no debería haberse enojado! — Aunque sí entiendo que le haya dolido mi omisión—. Aun así, él ya debe haber besado a la mitad de la escuela en estos meses ¿Y acaso me ven echando espuma por la boca? No, claro que no, ya que no me importan sus nombres ni cómo sucedió.
¿Por qué a él sí le importa?
Para rematar, el muy estúpido no se ha sentado a almorzar con nosotras en toda la semana, incluso, ni siquiera se nos ha acercado. De hecho, en este mismo instante el muy idiota está a dos mesas de distancia, con un grupo de amigos y con una pelinegra en sus piernas que está envolviendo sus esqueléticos brazos en su cuello.
— ¿Quién es ella? — mastico con rabia mi comida y apunto con disimulo a la chica encima de Nicholas.
Los he visto juntos toda la semana, y también mucho antes de la pelea, los había visto riéndose, dándose miradas coquetas, a Nick tocando su brazo con familiaridad, pero nunca pude conocerla, porque cuando Nick me veía venir, ella dejaba de existir y eso estaba bien para mí, no me importaba lo que hacía con sus nuevas conquistas.
Ahora todo era distinto.
Jamie se chupa los dedos llenos de mostaza y sigue la dirección que apunta mi dedo, entrecierra los ojos unos segundos tratando de recordar su nombre y hace una mueca con la boca.
—Creo que se llama Megan, hace unas semanas Nicholas la llevó al cine — me atraganto con la carne.
¿Qué? ¿Hace unas semanas? Ellos están saliendo hace más tiempo que nuestra pelea... y él no me había dicho nada.
— ¿Te lo contó a ti y no a mí? Ahora sí que lo mato — me levanto de manera dramática y Jamie me detiene.
—No, tonta. Ollie me lo dijo, ella es capitana de las porristas y en su equipo está Chantel, y Chantel es amiga de Megan, ¿Entiendes? Me lo comentó porque Nicholas está llamando mucho la atención entre las chicas y al parecer Ollie quería saber si él todavía estaba disponible.
— ¿Y qué le dijiste? — Jamie se encoge de hombros con despreocupación
—Que no lo sabía, pues él no me había dicho nada.
—Oh — me vuelvo a sentar un poco más calmada.
— ¿Mejor?
—Sí.
...
— ¿Nicholas está llamando la atención?
—Pues sí, tonta. ¿Qué no ves cómo está desde que volvió del campamento? Desde hace un año está saliendo a diestra y siniestra con quién se le acerque.
— ¿Esa es tú opinión o es lo que has recolectado según la opinión de todas las chicas en la escuela? — Jamie lo sopesa unos segundos antes de contestar y luego cierra un ojo.
—Un poco de ambas.
Qué bueno saberlo. Jamie también está babeando por Nicholas, aparte de Ollie, la esquelética pelinegra o el resto del sexo femenino. ¿Y saben qué? Él está siendo tremendamente injusto conmigo, yo no le mentí porque quisiera, le mentí porque sentía vergüenza de mi misma. No maniobré un plan maléfico para lograr besar a Lucas Foster ¡Fue un impulso!... ¡Y que ni siquiera provino de mí! ¡Fue Lucas quién me besó! Él salió con esa tal Megan y no me lo dijo, él la invitó a salir y no me lo dijo, él ha estado besándola Y TAMPOCO ME LO DIJO.
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Enséñame a besar ©
Novela JuvenilLeila está emocionada por tener su primera cita, sobre todo si su primera cita es con Jackson Harper, el chico por el que todas, y probablemente algunos todos, babean en la escuela. Pero, cuando la cita está a punto de terminar y por fin se besan...