046
Responsables
Saber que Megan está a unos metros de nosotros me deja inmovilizada de pies a cabeza.
No. Por favor. No quiero que nos vea así.
– Está aquí – le susurro a Nick, que se queda quieto y mirándome fijamente.
– Debes estar jodiéndome — Nicholas me suelta lentamente y su mirada hambrienta va disipándose poco a poco —. El mundo debe odiarme, debe ser eso. No puedo tener una suerte tan jodida como esta.
Una risa nerviosa burbujea de mis labios al escucharlo, pero rápidamente me silencio con la mano por miedo a que Megan nos escuche desde afuera. Mis labios se sientes hinchados y húmedos, mi cuerpo siente el frío de la habitación cuando Nicholas se levanta unos centímetros de encima y tengo unas ganas vergonzosas de tirar nuevamente de él para que siga besándome y acariciando mi cuerpo.
Observo el pecho de Nick y mi corazón reacciona por sí solo, Megan desaparece unos segundos de mi cabeza y me permito deslizar la yema de mis dedos por su pecho y abdomen. Él jadea cuando llego un poco más abajo de su ombligo y cierra los ojos soltando un forzoso suspiro.
– Leila, maldición, si quieres que ignore todo por ti, vas a conseguirlo — me agarra por la cintura y baja de nuevo para encontrarse con mi boca.
No pierde el tiempo para besarme con lengua y lujuria, un gemido sale en respuesta de sus toques y nuestros cuerpos vuelven a enrollarse. Mis pezones se sienten duros y con cada fricción que hacen con su pecho el punto de mi bajo vientre palpita en necesidad. Nicholas lame mi labio inferior y lo estira, casi castigándome por la forma en que lo hago perder el control.
Lamentablemente, el timbre vuelve a sonar y la voz insistente de Megan se escucha desde afuera de la casa.
– Nicky, por favor, necesito que hablemos.
Mi corazón se congela en ese instante. La voz de Megan ahora es casi un susurro implorante, es la voz de una chica destrozada a la que estoy ignorando mientras me beso con su ex novio. Un ex novio que la ha dejado por mí. Ella está luchando por reconquistarlo y yo estoy aquí, sujetando su corazón tan fuerte como puedo contra el mío.
La culpa es tan arrasadora que me entumezco y dejo de besarlo.
Nicholas me mira confundido y luego comprende, sus ojos se endulzan cuando las lágrimas empiezan a correr por mi rostro y me siento aún más culpable cuando me toma entre sus brazos y me mima para tranquilizarme. Sus dedos acarician mi cabello y la otra mano se dedica a deslizarse por mi espalda desnuda.
No. No debes consolarme así. No merezco esto.
Ni siquiera debería llorar, todo esto es fruto de mis acciones, toda esta culpa la merezco de pies a cabeza.
– Nena, no llores — muerdo mis labios, sus labios están sobre mi sien y luego me besa ahí mismo —. Hablaré con ella, espérame aquí.
No soy yo a quién debería consolar, no soy yo a quién debería estar besando y amando. Él le prometió amor a Megan, pero al final me lo ha dado todo a mí. Yo estoy destruyendo el corazón de esa chica, ella está sufriendo por mi culpa.
La verdad es que, aunque me hubiese gustado que nuestra historia se contara como algo bueno, no soy más que una villana. En mi propia historia, no soy la protagonista que me hubiese gustado ser. No soy buena, ni honesta. Soy mentirosa y egoísta. Es cierto que la historia que teníamos con Nick había empezado antes de que apareciera Megan, pero también es cierto que desde hace unos días hemos dejado de respetarla. No importa qué tanto pudiera molestarme su presencia o qué tan distintas fuéramos, ella simplemente no se merece nada de lo que le he hecho. No puedo odiarla solo porque es diferente a mí. No puedo pensar que ella es superficial como si realmente fuese algo malo y luego justificar el dolor que le he hecho pasar. Ni siquiera tiene algo de malo que ella sea así.
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Enséñame a besar ©
Teen FictionLeila está emocionada por tener su primera cita, sobre todo si su primera cita es con Jackson Harper, el chico por el que todas, y probablemente algunos todos, babean en la escuela. Pero, cuando la cita está a punto de terminar y por fin se besan...