My Strange Addiction | Billie Eilish G!P

CHAPTER XIV

Billie tocó mi puerta puntual, me había dicho que esta vez sería quien pasaría a recogerme, le iba a pedir su auto a Patrick y pasaría por mi, y a pesar de mis dudas no me negué, de todas formas ella es quien conduce mi coche cuando salimos juntas.

Ella estaba vestida con una camisa de lineas negras y rojas, y un pantalón igual, llevaba puestas sus grandes cadenas, anillos y enormes zapatos masculinos, que gritaban por todos lados que ese estilo le pertenecía.

Yo en cambio como ella me había pedido, llevaba un vestido negro ajustado, me había avisado que era un restaurante elegante, pero me mantuve un poco en lo casual, por lo que el vestido no era muy llamativo, sólo lo suficiente como para llamar la atencion de mi cita.

-Luces increíble -dice Billie luego de darme una nueva repasada mientras buscaba mi bolso.

-Gracias, tú también te ves genial -le devuelvo el cumplido con una sonrisa y entonces ella se mueve de manera nerviosa sobre sus pies y saca las manos de detras de su espalda, mostrandome un ramo flores.

-Estas son para ti, espero que te gusten -sonrie con orgullo- quería impresionarte un poco, ser romantica.

Billie había hecho su parte, un ramo de flores era algo simple en una cita, pero se notaba que ella estaba ilusionada por el gesto.

-Son hermosas, no tenias que hacerlo -sonrio mientras recibo el detalle y siento la ligera frescura que desprenden.

-Ya sabes, una flor para otra flor -intenta piropearme, pero su intento la hace ver tan adorable como una nena de preescolar que le da un cumplido a su maestra.

-A veces eres tan adorable como un gatito Billie.

-Ahí vamos otra vez -la escucho quejarse mientras dejo las flores en la cocina- No soy adorable, soy una chica mala.

-Si, claro, puedes ser todo lo que quieras ser -sonrio mientras tomo su mano para salir del departamento.

-Cierra la boca antes de que me plantee la idea de si seguir siendo romántica o no.

-Esta bien, gruñona -concluyo antes de quedarme en silencio debido a que no queria hacerla enojar antes de empezar nuestra noche.

El auto de Patrick por fuera era simple, como el de alguien que no tiene a una hija literalmente millonaria, y por dentro también dejaba mucho que desear, pero preferí no hacer ningún comentario y tomar demasiada confianza.

Bill condujo con la misma facilidad con que lo hacia en mi coche y colocó una canción lenta en la radio, para poder hablar conmigo el trayecto hasta el restaurante.

Me preguntó con respecto a los días que habían pasado desde la última vez que hablamos hasta la cita, y le respondí que todo había estado calmado, que había hecho algunas secciones de fotos pero todo dentro de lo normal para mi.

Yo le pregunté que como estaban en su casa, como iba su música y que tal estaba Finneas y bromee con ella sobre si su hermana ya tenía novia, siendo sorprendida con la respuesta positiva de la última pregunta.

Billie me llevó a un costoso lugar, tanto que había un Ballet para recibir las llaves de tu coche y abrirle la puesta a las señoras.

El chico que iba a estacionar el auto en el que habíamos llegado frunce el ceño al ver el mismo, y mi ojiazul lo mira de manera desafiante, esperando alguna queja de su parte para poder atacarlo de todas las maneras posibles, por suerte el no nos dice nada y empieza a realizar su trabajo.

Mi ojitos de océano toma mis manos y camina hasta la chica en recepción y le dice su nombre para que busque la reservacion que había hecho.

Nos llevan a una esquina del calido lugar y nos entregan los menús, Bill cierra el de ella en poco tiempo, habiendo decidido que comería a diferencia de mi, que no sabía que iba a ordenar.