CHAPTER XXIX

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La decisión de tratar a Billie de la misma manera en la que ella me trataba había sido un enorme error, tal vez uno de los errores más grandes y de las decisiones más estúpidas que había tomado en lo largo de mi vida.

Ninguna de las dos intentó establecer contacto con la otra las semanas siguientes, nada, cero mensajes y llamadas.

Ni siquiera para terminar el espacio en blanco en el que se había convertido nuestra relación y nuestro cariño.

Yo seguí concentrándome en mi trabajo y dando un esfuerzo extra solo para no pensar en la distancia física y sentimental que abundaba entre mi novia y yo, y luego de dos o tres días dejé de culparme por lo que sea que Billie estuviera enojada conmigo.

Salí con mis amigas, disfruté de Europa y el momento de fama todo lo que pude y unos cuantos días luego de que entrara el mes de diciembre, recibí un nuevo contrato, con el cual me ofrecían durante un par de meses del próximo año trabajar en las colecciones de primavera y verano de Armani.

Allí, cuando mi representante me dio la buena nueva fue cuando volví a pensar en Billie, luego de un corto periodo donde no lo hacía.

No solo quería saltar sobre sus brazos para contarle la noticia, sino que ella hubiera sido una de las primeras personas en saber y ayudarme a tomar la decisión ya que gran parte de esos meses debía de pasarlos en las cercanías, no en Estados Unidos, no en Los Ángeles con mi novia y mis mejores amigas.

Pero como Billie no mostraba ningún interés en lo que me rodeaba no le conté sobre ello, solo pedí hasta antes de las festividades para dar una respuesta y firmar el contrato.

Esa misma noche, luego de la cena con mis padres en la cual celebramos aquella oportunidad, Finneas me llamó, me preguntó cómo estaba, y si todo estaba bien con Billie.

Obviamente el sabia la respuesta a la última pregunta, eso lo había dejado en claro cuando me contó que Billie le había dicho que nos habíamos distanciado, pero quería escuchar mi versión.

Ante mis padres, la relación con Billie estaba de maravilla, y antes de esa pregunta no había caído en cuenta de que realmente ella y yo estábamos al borde de terminar, parecía la idea más prudente y lógica, ya que si ella no podía soportar un par de meses apartada de mi lo mejor sería que termináramos, ya que este era mi trabajo.

Le conté a Finneas como me sentía con respecto a aquello, que para mí Billie no estaba siendo justa conmigo, porque yo solo estaba trabajando, haciendo lo que me gustaba e intentaba darle toda la atención posible hasta antes de nuestra discusión, que los días posteriores a eso ella había sido la que levantó la barrera entre nosotras, y yo solo me había cansado de su negativa y sus rechazos, no podía ser quien cargara con toda la relación cuando ella se comportaba de manera injustificablemente infantil y evitaba hablar de sus dudas conmigo.

Finneas luego de escuchar mi extensa lista de quejas con respecto a su hermana, me contestó desde su punto de vista, ella era la que estaba siendo injusta conmigo, pero que no debía de responsabilizarla del todo, ya que yo era mayor que ella y era consciente de aquello cuando empezamos a salir, sugirió que debía de hablar con ella, pedirle una explicación, pero ante aquello le respondí que ya lo había hecho, que en nuestro chat personal se podían encontrar al menos 5 mensajes míos pidiéndole que me explicara el por qué todo se había ido a la mierda.

Las probabilidades de que Billie y yo saliéramos de la total mierda para resolver lo que pasaba eran escasas, pero Finn me instó a arreglar las cosas, a intentarlo nuevamente, que me tomara el tiempo de regresar a Los Ángeles y confrontarla cara a cara.

Me negué, le dije que mis planes de visitarla por su cumpleaños se habían cancelado luego de la primera semana en la que me empezó a goshtear, pero el siguió insistiendo.

My Strange Addiction | Billie Eilish G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora