My Strange Addiction | Billie Eilish G!P

CHAPTER XLVII

________ POINT OF VIEW

-Oh hermano, casi voy a la cárcel -escucho la burla de Billie desde lejos, mientras hablaba con uno de sus amigos.

Me estiro un poco desde la cocina, para verla por la ventana, ya que se encontraba en el patio trasero, acostada como esos abuelitos que luego de comer necesitan una siesta.

Hace ya dos días que estaba de regreso en Los Ángeles, y no me atrevía a salir de casa ni dejar que nadie nos visitara.

A mis amigas las había "saludado" a través de una video llamada, al igual que los padres de Billie, pero nadie podía culparme, aún a pesar de las vacunas me había contagiado, y no iba a permitir que volviera a suceder, ni a Billie, ni a mí.

-¿Casi vas a la cárcel? -salgo hasta el patio trasero, secando mis húmedas manos de mi pantalón

-Si, ven acá -estira sus brazos desde la pequeña área de descanso que está en medio de la piscina- casi voy a la cárcel por sucumbir a tus encantos.

-Oh, ¿Es mi culpa? -bromeo, con ella, sentándome a su lado.

El día que había regresado, cuando mi novia conducía de regreso a casa luego de comprar el almuerzo unos fans nos tomaron fotos.

Lamentablemente el cristal delantero de su coche no era completamente polarizado, así que nos atraparon en una situación comprometedora, y tal vez un poco ilegal según las leyes de tránsito.

Por suerte el imprevisto no pasó a algo grave, Billie seguía con su licencia y no había foto de nosotras besándonos.

-Si, es tu culpa nena, aunque no me arrepiento de nada -murmura en tono de broma, y de mueve sobre el sofá para colocar sus brazos alrededor de mí cintura, recostándome y acostándose sobre mí.

-Espero que nadie tome una foto de lo que te quiero hacer ahora, o iremos directo a la corte a responder por nuestros delitos... -le susurro, no queriendo que su amigo escuche que estamos a punto de tener relaciones en medio del patio.

-Te gustaría ir a la corte, ¿Verdad? -bromea entre risas, aunque noto que su amigo está más atento en lo que estamos hablado de lo normal, mientras pasea ligeramente su atención a nuestra conversación- con el buen abogado que conozco conseguiríamos salir con una simple amonestación.

-¿Por qué no cortas la llamada? -le pido en un susurro cerca de su oído- quiero que me dediques unos minutos, ya sabes... nuestros muros son altos, nuestros vecinos no están cerca...

-¿Ujum..? -me mira de manera sugerente y sonrió con inocencia mientras ella se despedía de su amigo en la llamada con un "hablamos luego hermano, tengo cosas importantes que ver"- ¿Entonces...?

-Mmm... ¿Entonces..? -acerco mis labios a su mejilla, repitiendo su pregunta y dando una ligera mordida.

-Entonces... -repite el gesto, dejando su teléfono de lado y apoyándose más sobre mi- te tengo una propuesta...

-Una propuesta... -frunzo el ceño con curiosidad- ¿De qué tipo?

-De las malas -sujeto su mandíbula con mi mano derecha para que nuestros rostros quedaran frente a frente- de esas que te gustan tanto...

-¿De las que me gustan..? -continuo su juego, mirándola con picardía.

-Ujum... Quiero comer algo, ¿Por qué no me alimentas?

Me acerco a su oreja y paso un mechón de su cabello por encima de ella.

-Mírame -ordeno con suavidad, y cuando veo que gira el rostro hacia mí, le sonrió- abre tu boca.