CHAPTER VIII

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-Oh si, diablos -Bill sonríe luego de estacionarse fuera del pequeño restaurante.

Salimos del auto y ella espera por mi frente a la puerta, abriéndola y dejando que yo entre primero.

El lugar no era muy grande, podría decir que era incluso más pequeño que un Starbucks mediano, y no habían muchas personas, pero olía muy bien dentro del local, como a vegetales salteados y algunas salsas.

No iba a juzgarlo, es un buen ambiente y ya había probado la comida gracias a Billie, por lo que tenían puntos a su favor.

Bill caminó hasta el mostrador y le pidió a la chica un menú, quien se lo tendió de manera rápida.

Eran papeles coloridos pegados a una tabla con los nombres de varios alimentos divididos por secciónes como "ensalada, sopas, entradas".

Debí acercarme a Billie para poder verlo, ya que ella lo analizaba y estaba concentrada en ello, aunque lo inclinó un poco para que yo mirara también terminé con la cabeza recostada en su hombro.

-Quieres una hamburguesa? -ofrece- podría comerme un camión.

-Mm... creo que probaré esto -señalo en la hoja una ensalada/salteado que tenía judías, ají, brocoli y carne de vegetal.

-Estas segura? -Billie me tira esa miradita juzgona, la cual siempre recibía de su parte cuando se trataba de comida- quieres algunas papas fritas? -niego con la cabeza ante su pregunta- vamos pide algo más, linda.

-Enserío, estaré bien con eso -respondo pero veo que su mirada de seriedad permanece- si me quedo con hambre te quitaré tu hamburguesa, eso te parece bien? -intento bromear y ella sonríe un poco.

Entonces eso fue lo que ordenamos, las judías para mi, una hamburguesa para Billie y un plato de papas fritas como aperitivo antes de que los platos estuvieran listos.

La chica nos dio el plato de papas y Billie lo tomó con su mano derecha.

Me invitó a caminar adelante y yo daba algunos pasos relajados hasta las mesas que estaban cerca del estacionamiento ya que allí había más privacidad y las mesas eran para dos personas.

Antes de sentarnos, ví como al plato de papas le faltaban algunas, y junto a eso se agregaba que habia sorprendido a la chica infraganti, con las papas en la boca.

-Oye! -le di un pequeño empujo, el cual respondio con una sonrisa, dejó el plato en la mesa y me devolvió el movimiento de manera mas debil.

-Vamos, yo pagué por ellas, no le estoy robando a nadie.

-Tú te ofreciste a pagar por ellas -le recuerdo mientras tomo mi asiento.

-Bueno, entonces comparte el crimen conmigo -pide mientras mientras muerde otra papa frita y luego acerca el pedazo que dejó a mi boca.

-Está bien, te perdono esta vez, pero si vuelves a robar papas, te declararé culpable Eilish -tomo la papa directamente de entre sus dedos.

-No entiendo cómo puedes preferir una ensalada cuando hay hamburguesas de por medio -comenta una vez que se sienta frente a mi.

-No todas las personas necesitan devorar un camión para sentirse satisfechas -respondo mientras degusto las papas- ademas.. ya sabes, no puedo subir mucho de peso o me quedaré sin empleo, aunque me gustaria que mi trasero creciera un poco mas -...- que te pareceria eso?

Bill levanta las cejas juguetonamente y lleva su dedo pulgar a su boca para chuparlo.

-Eso seria sexy, realmente sexy, mas para agarrar -pone las manos en el aire como si estuviera sosteniendo algo y suelta una pequeña palmada, aclarando que ese "algo" invisible era un trasero y ella lo golpeaba.

My Strange Addiction | Billie Eilish G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora