Como dije en el comunicado, no puedo asegurar actualizaciones semanales porque estoy con universidad y otros proyectos (entre ellos otro fic SukuFushi con au moderno que me pidió mi novia), así que actualizaré conforme pueda, pero sí prometo no dejar que pase tanto tiempo otra vez.
De paso, espero que pasen unas muy bonitas fiestas <3
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—Es raro que lo pidas tú. —esperaba una respuesta como esa. ¿Cuántas veces han tenido intimidad hasta ese momento? De no ser por su último celo, lo más probable es que pueda contarlas con una sola mano.
— ¿No quieres? —ya es bastante vergonzoso pedirlo, seguro que tiene las mejillas coloradas porque siente calor en el rostro, quiere pensar que podría culpar al vapor que sale del agua.
—No es eso, solo que no es lo normal. —las manos que se encontraban en la cintura de Megumi lo guiaron hasta darse la vuelta, aún sentado sobre el regazo del alfa—. ¿Estás de acuerdo con que sea aquí? —la verdad es que no se trataba de una bañera muy grande, apenas entraban los dos en ella, por lo que tal vez moverse será complicado e incómodo, además, el nudo los tendrá atrapados como mínimo por diez minutos.
— ¿Dónde más si no? Raiden duerme con nosotros.
—Uraume puede cuidarlo. —Sukuna coloca su mano en la mejilla del omega y acerca su rostro hasta terminar un beso. El rey de las maldiciones no tiene ningún problema en tener relaciones donde sea, el lugar es lo de menos, pero quiere pensar en la comodidad de su pareja. Lo ideal es la habitación que comparten, el aroma de ambos es perfecto y se encuentra en sintonía, en la cama pueden hacer lo que deseen. Otras recamaras tienen aspectos muy limitados, además de las feromonas de otras maldiciones que se vuelven molestas en ocasiones.
—Estoy seguro de que detesta la idea del sexo desde mi último celo.
—Puede quejarse todo lo que quiera, pero no tiene el derecho a darnos órdenes. —sabe que tiene razón, así que sacrificará su aprecio a la maldición de blancos cabellos solo para calmar su calentura. Termina por acceder a la idea de su pareja.
Tras secar sus cuerpos lo más rápido posible, caminan hacia la habitación que comparten. Sukuna le ordenó a una maldición que iba pasando el informarle a Uraume que no los molestara y cuidara de Raiden por más rato. Por supuesto que no entró en detalles, pero la mano derecha del alfa los conoce a la perfección, así que no es difícil de creer que intuiría lo que iban a hacer.
Al llegar no perdieron mucho el tiempo. Lo que llevan encima son batas de baño, por lo que las retiran y dejan descender al suelo. Al caer en la cama comenzaron a besarse con desesperación, como si el mundo se fuera a terminar y tuvieran la necesidad de grabar ese recuerdo en las mentes de ambos.
Es curioso como pese a que el contacto físico es diario; las caricias y toques cuando tienen relaciones se sienten tan diferentes. No se trata nada más de pasar la mano por la mejilla, es buscar la cercanía para sus labios, es transmitir lo mucho que se desean y necesitan del otro.
Nunca se han dicho cuanto se aman, pero no hace falta, porque pueden sentirlo, logran demostrarlo con una simple mirada, al entrelazar sus dedos, al permanecer siempre juntos. En su relación donde las palabras sobran, se demuestran de forma continua lo mucho que se adoran.
La mano del alfa desciende hasta la entrada del omega e introduce un primer dedo. Es consciente de lo mucho que le incomoda a su pareja, su rostro no es bueno para ocultar lo que siente. No puede hacer más que besarlo y tratar de distraerlo del dolor. No tiene lubricante a su disposición y conseguirlo tampoco es una prioridad.
Seguro que las uñas de las manos más delgadas no son cortadas desde hace unos días, porque siente cada uno de los rasguños que son dejados en su piel. Al entrar un segundo dedo percibe una pequeña queja que fue emitida. Sí, le encanta escucharlo.
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Hijo del Diablo [SukuFushi/Omegaverse]
FanficNo sabía por cuanto tiempo continuaría con vida, no planeaba dejar el plano existencial en el que se encontraba, tampoco iba a permitir que le arrancaran la vida, pero no podía arriesgarse de nuevo, su poder debía seguir existiendo aun si no era él...