No me rompas el corazón

Capítulo 2

FRANCIA

Llené mis pulmones de aire fresco. Estaba siendo un septiembre muy loco. Durante el día, la temperatura no bajaba de los 10 grados y hasta sobrepasaba los 24 en algunas oportunidades. Las noches eran frías, casi congeladas.

Abracé mis brazos desnudos. Llevaba puesta una polera musculosa medio transparente y un pantalón negro de cuero que en realidad no era cuero, pero lo simulaba muy bien.

Necesité huir para respirar mejor, adentro me asfixiaba. Me gustaba salir a bailar, tomar alcohol, estar con amigos. Lo que no me gustaba era estar rodeada de tanta gente junta. Un rato, iba bien. Pero por momentos, necesitaba espacio.

—¿Fumas?

No reconocí su voz al instante, pero sí su aroma. Tuve la sensación de estar en un bosque rodeada de limones un día de lluvia.

Miré sobre mi hombro, se encontraba a mis espaldas.

—¿Cigarrillo o porro?

Sus hoyuelos aparecieron enseguida.

—Tabaco. Es armado.

Si lo estaba dudando, me convenció. Nunca podía decirle que no a un cigarrillo armado.

Di media vuelta, quedamos enfrentados en el patio del boliche. Estábamos solos.

—¿No te gusta la música electrónica? —Quiso saber él.

Me entregó el cigarrillo y prendió el encendedor para mí.

Acerqué mi rostro a sus manos, inhalé con el tabaco entre mis labios hasta que el fuego crepitó.

Luego de un momento en el que nuestras miradas no se despegaron, me reincorporé.

—Me encanta la música electrónica ¿por qué?

—Como saliste así, de la nada. —Apoyó los codos y la espalda en la barra del bar exterior que se encontraba en desuso.

Me había estado prestando atención, eh.

—Necesitaba aire —confesé. —Me parece que al que no le gusta mucho la idea de salir a bailar es a vos.

—No soy fan del plan, no.

—¿Estás de novio?

Entrecerró los ojos con gracia.

—No te estoy tirando onda. —Intenté parecer relajada. —Te pregunto porque la gente que está en pareja suele salir menos.

—Rocco y Chiara están de novios.

—Y salen juntos. —Rectifiqué mi teoría.

—Chiara sale sin Rocco.

—¿Y Rocco no sale sin Chiara? —pregunté a la defensiva.

—Yo no dije eso. —La calma en su voz me hizo sonreír. —Lo que quise decir es que Chiara sale más a bailar. A Rocco mucho no le gusta.

—Y a vos tampoco —retomé el tema principal.

Honestamente, me importaba una mierda hablar de los enamorados en ese momento.

—No es costumbre.

Apreté los labios.

—O sea que haces todo por costumbre.

—Todo no.

—¿Qué cosas no?

Cerró un ojo mientras inhalaba con el cigarrillo en los labios. Meditó.

—Lo de hoy no es costumbre.

—Eso ya lo dijiste. ¿Y la estás pasando mal?

—Increíblemente, no. ¿Y vos?