La concubina de BTS (+18)

XLIV

Val

Desperté nuevamente en mi cama y a paso lento llegue a la pequeña salita

-Buenos días chicos- salude a los siete

-Buenos días Val- saludaron en conjunto

-Nos hubieras dicho y te llevábamos el desayuno a la cama- me dijo Hobi

-¿Y eso?- pregunte cuando Kookie me tendió un plato ya con comida

-Anoche estuvimos hablando- menciono Jin -y nos dimos cuenta que no te hemos dejado descansar propiamente- los 7 se veían apenados

-Tampoco es que me queje- les aclare viendo sus gesto

-Aun así, anoche ya te veías bastante agotada- menciono Nam

-Así que te compramos algo- Jimin sonaba emocionado

-¿Que es?- hable antes de llevarme otro bocado a la boca

-Un día de spa para dos- dijo Yoongi extendiéndome los pases

-¿Te gusto?- Tae Tae inclino la cabeza a un lado de manera tierna

-Claro que sí- nunca había ido a uno -¿pero a quien llevare?

-Es para que lleves a una amiga- me aclararon

Entonces supe a quien debía de llamar, un lugar publico en el que podría hablar sin preocupaciones con ella.

Solo un par de mensajes de texto bastaron para quedar de acuerdo con ella, si había alguien a quien le debía un día de spa sería a ella.

-Hola Lucia- salude al ver como entraba a la recepción

-Hola niña- me saludo -parece que te va bien- dijo mirando el lugar

-Fue un regalo, pero si- admití al recordar a los chicos

Primero debíamos entrar a un yacusi, los chicos habían comprado el mejor plan para disculparse por no dejarme "descansar" como debían

-¿Que tal?- dije entrando al agua

-Esta si es vida- admitió Lucia, a pesar de que los años habían pasado ella seguía siendo hermosa

-Si alguien se lo merecía somos nosotras- había una botella de vino con dos copas -salud- dije extendiéndole la otra copa a Lucia

-Me alegra ver que te tratan bien- dijo después de tomar  un trago del vino

-Me gustaría saber que tu también estas bien

-Estoy mejor- me afirmo -aunque tuve que apurar mis planes gracias a tu escape

-¿A mi escape?- dije curiosa

-Ese día que te fuiste Mario llego como loco

-¿Creía que estaba en el burdel?

-Sabia que no estabas ahí, por eso estaba más alterado

-Creí que la hoja con mi nombre le explicaría todo

-Claro que el ya sabía porque te habías ido, pero te lo dije no te dejaría ir fácil

-¿Y entonces?

-Primero trato de encontrarte en las otras zonas peligrosas, pero todos sabíamos que eras muy lista para eso- seguimos bebiendo mientras me contaba - después te fue a buscar al convento

-Dime que no hizo ninguna tontería

-La madre superiora siempre ha sido de cuidado, el sabía que no podía llegar como sin nada y por ahí escuchamos que no lo dejaron pasar y cuando intento entrar a la fuerza Ana le apunto con un arma hasta que se fue

-Esa si que es una madre superiora- reímos por mis ocurrencias pero luego se volvió a poner sería

-Entonces se le zafó en definitiva el coco- Lucia se señalo su propia cabeza -estuvo a punto de golpear a Celia creyendo que ella sabía donde estabas y te estaba ayudando a esconderte

-Dime que no le hizo nada- pedí casi suplicante

-Como si fuera una señal llego aquel chiquillo- vacío su copa y tomo algo más de vino -tu amigo el raperillo- rodé los ojos al escuchar de él -si, le dijo que te vio con un asiático y a Mario no le costo mucho unir los pasos

-¿Y entonces?-  el vino se había terminado

-Esa noche me fui, deje en mi recamara todo el dinero que le debía y me fui con una sola maleta y sin avisarle a nadie- nos llamaron para ir a la siguiente sala -solo pase a darle aquella nota a tu hija- me reí al escuchar como le decía a Mari

Durante el masaje no pudimos hablar mucho, aunque sentí como si me hubieran quitado años de encima con aquel aceite y las manos mágicas de la chica, hasta la hora de la manicura y pedicura pudimos seguir hablando

-¿Y ahora que harás?- le pregunte mientras nos hacían las uñas

-Me voy a cazar- dijo mostrando un anillo de compromiso que guardaba en su bolso

-¿Me lo juras?- dije sorprendida

-Si, el ranchero me lo propuso un día antes de que- pensó un momento como decirlo ahora que había más gente -un día antes de renunciar

-Muchas felicidades Lucia- el ranchero era un cliente frecuente de Lucia y si bien ya casí tenía unos sesenta a ella le gustaba porque era muy amable -¿te casaras de blanco?- pregunte divertida a lo que las dos nos reímos a carcajadas

-Si, de blanco y por la iglesia- me aclaro -te invitaría, pero creo que es mejor que hagamos vidas separadas, por si algún día alguna vuelve a aquel trabajo

-Tienes razón

Me despedí de Lucia con un abrazo y aunque temía por Celia, sabía que ella no se apartaría de Mario por nada en el mundo, aunque peligrara su propia vida.

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