La concubina de BTS (+18)

XLVI

Jin

Sabia que me estaba distrayendo, sabia que solo quería ganar la carrera y que esa posición solo era una trampa, pero viéndola ahí con el culo en pompa como no me iba a distraer, le dejaría ganar hasta un nobel a ese movimiento de cadera

-¡Gane!- Val grito y subió las manos provocando que cayera de cara al colchón realzando aquellos... shorts

-Oh no preciosa- dije colocándome detrás de ella para susurrarle en el oído -créeme que yo gane- mis manos comenzaron a recorrer sus desnudas piernas hasta llegar al botón que me separaba de aquel manjar

-Jinnie- gimió Val cuando me deshice de sus short y su ropa interior de un tirón

-Esto te enseñara a no provocar así a tu Hyung

-¿Que vas a...- su frase quedo a la mitad cuando mi lengua irrumpió en su intimidad

-¿Que?- dije de manera burlona antes de volver a arremeter con mi lengua en su intimidad sonriendo al notar como su frase se atragantaba por un gemido que salía sin permiso de esos carnosos labios

-Jinnie- volvió a gemir -no te detengas

-¿Que?- dije bajando el ritmo de mi lengua

-No te detengas- negué al oírla ralentizando más mis movimientos -por favor Hyung

-Así es como se piden las cosas- apremie para después volver a atacar con mi lengua

Val

Si este no era el paraíso en definitiva debía estar muy cerca, mis piernas temblaban anunciando lo que se acercaba y aquel placer abrumador me dejo rendida sobre la cama

-Si esto no es ganar, entonces si me gusta perder- le dije cuando Jin se recostó a mi lado

-Ni creas que ya se me olvido que hiciste trampa- amenazo atrayéndome a sus brazos

-No hice trampa, tu te distrajiste

-Por tu culpa- objeto

-¿Es mi culpa ser tan linda?

-Claro, yo me hago cargo de lo que hace mi enorme belleza, tu deberías asumir  las consecuencias de tu belleza- a veces aun me sorprendía la naturalidad con la que se auto halaga

-¿Entonces debo hacerme cargo de lo que te provoque?- Jin solo asintió -encantada- susurre antes de colocarme a horcajadas sobre Jin

Devore sus labios con ganas de dejarlos hinchados al tiempo que hacía movimientos con mis caderas sobre las suyas, comencé a bajar mis labios por su marcada mandíbula hasta llegar a ese par de níveas clavículas provocándome unas ganas de marcar aquella zona

-Val- llamo Jin cuando noto mis intenciones -nos meterás en problemas

-Esa es mi especialidad- dije antes de succionar aquella zona hasta dejar unas cuantas marcas en mi camino hasta su pantalón -nadie tiene que verlas

Sabia que venía un reclamo, pero lo calle al volver a subir a sus labios

-Val- susurro cerca de mi boca cuando ya tenía su eje a milímetros de mi entrada

-O me dejas continuar o me regañas, no se pueden las dos- dije comenzando a descender

-Entonces móntame de una vez- ordeno tomando mi cintura

-Lo que ordenes Hyung

Sus manos recorrían mi anatomía  prestando especial atención a mi cintura y mis pechos, mis manos se aferraban a su pecho y me deleitaba la vista al verlo cerrar los ojos y entreabrir su boca con cada movimiento que daba.

Se sentó aun conmigo sobre su regazo y abrazo mi cintura, delinee con la yema de mis dedos las marcas que recién había hecho, aun movía mi cadera buscando más placer, su aliento chocaba con el mío hasta que nos fundimos en un nuevo beso, sus manos acompañaban mis movimientos dejando caricias en mi espalda mientras nuestras lenguas luchaban por el control.

Sus suaves labios bajaron por mi cuello hasta encontrar mis pechos, los cuales se encargo de succionar hasta dejar sus propias marcas amoratadas, mis manos jugaban con su pelo tan suave a mi tacto

-Val- me llamo volviendo a besarme -no aguantare más- aun esquivaba mi mirada al hablar de este tema

En respuesta solo lo volví a besar hasta que aferro mi cintura con más ganas, nos derrumbamos aun abrazados y Jin paso una manta sobre nuestros cuerpos, casi de inmediato Kookie entro

-La próxima vez cierren con seguro- dijo sobresaltado al vernos en la cama

-¿Que necesitas?- pregunto un adormilado Jin

-Nam quería saber si iban a comer... le diré que ya comieron- dijo de manera juguetona y se volvió a salir