XXXIII

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Val

Cuando llegamos a casa Hobi y Yoongi estaban recogiendo la mesa.

-¿Quieren cenar?- pregunto Yoongi mirando los platos sucios sin mucho entusiasmo 

-Comimos fuera- conteste para después darles un beso de buenas noches

Subí las escaleras con Nam aun tomado de mi mano y aunque Hobi y Yoongi lo notaron ninguno dijo nada, ellos se tomaban en serio a su líder.

-Adelante- me dijo cuando intente cederle el paso a mi habitación


Nam

Cuando cerré la puerta de la habitación el ambiente se empezó a sentir diferente.

-Me pondré la pijama- aviso Val caminando a su closet y cambiándose ahí mismo -tengo una duda- su voz sonaba tranquila aunque me miraba a través del espejo mientras se deshacía de su ropa, me estaba provocando -eres el líder del grupo- quedo en ropa interior y mi cuerpo comenzó a actuar solo -¿porque no fuiste el primero?

-Tenía que asegurarme que los chicos estuvieran seguros- me acercaba a ella sin poder resistirme -porque una vez que te haga mía no querré dejar de hacerlo por buen tiempo

Le hable al oído y vi como su piel reaccionaba a mi aliento.

-¿Eso era una amenaza?- me reto mientras recargaba su cabeza en mi pecho

-Era una advertencia- con uno de mis brazos rodee su cintura acariciando su abdomen desnudo mientras mi otra mano la usaba para sostener su barbilla permitiendo que la besara como había querido desde que estábamos en la calle


Val

Una de sus manos trazaba figuras con la yema de sus dedos a lo largo de mi abdomen y subiendo hasta el inicio de mis pechos  sin tocarlos realmente, cosa que me desesperaba y excitaba a partes iguales, su otra mano que sostenía delicadamente mi barbilla bajo de golpe hasta cerrarse de manera firme en mi cuello sin ejercer presión, solté un gemido mitad sorpresa mitad deseo.

-¿Así que estas cosas te ponen?- aquella pregunta que susurro apenas despegado de mis labios solo encontró un asentimiento de mi parte -eres muy dócil aquí para lo rebelde que estabas antes

-¿Acaso te gusta que me porte mal?- gire sobre mi eje hasta quedar cara a cara con el -o ¿es que te excita pensar en castigarme?- sus ojos se abrieron con sorpresa al verse descubierto -tal vez yo también quiero que me castigues

La mirada que me dio antes de besarme era salvaje, su lengua intentaba dominar aquel beso aunque no se lo dejaría fácil, le fui quitando la ropa a medida que el beso se volvía más necesitado y me encontré con aquellos músculos, sin duda un big boy

-A la cama- con solo tres palabras ya me tenía a su disposición, esperando cual sería su siguiente movimiento

Me dio un minuto para apreciar aquel cuerpo bien esculpido, mostrándome su erección de manera orgullosa, ya sobre mi volvió a besarme antes de aferrar mis caderas con ambas manos y se hundió en mi de una sola estocada arrancándome un grito de sorpresa y placer.

-Tan pronto y ya estas gritando- decía entre besos que fue bajando a mis pechos los cuales se encargo de atender con su lengua provocando jadeos de mi parte -estas tan caliente, eres una zorra

Aquella palabra hecha para ser un insulto en lugar de ofenderme encendió mi temperatura desconectando la parte racional de mi mente pues un si se escapo entre mis jadeos.

-Te gusta que te hable mal, pequeña- estaba muy perdida sintiendo sus estocadas como para articular palabra -responde- ordeno regresando su mano a mi garganta

-Si- conteste a duras penas al sentir como disminuía la velocidad -si me gusta que me hables así, no te detengas- así es, me tenía suplicando y eso me excitaba también

-Solo porque me encanta como te vez suplicando por mi

Era fuerte, era rudo e incluso un poco animal y eso me encantaba.


Nam

-Más- Val volvió a suplicar entre gemidos -más duro, más fuerte- coloco su mano sobre la que tenía en su cuello y creí que retiraría mi mano de aquel lugar -aprieta un poco más- aunque era exigente su voz tenía aun ese tono suplicante que me excitaba

-¿Así zorrita?- nunca le había hablado mal a una mujer pero ver su reacción y la mía me daba la pauta para continuar con mis improperios

-Si- veía como comenzaba a retorcerse

Y verla ahí, excitada, con su piel perlada por el sudor, rogándome me estaba llevando al limite igual que a ella.

-¿A quien le perteneces?- le pregunte al oído 

-A ti- susurro

-¿A quién?- hice mis envestidas más fuertes, la ultima recta

-A ti!!!!- lo ultimo sonó como un alarido, sus paredes presionaron mi miembro y no pude contenerme más


Val

Eso había sido intenso y sorprendentemente revelador al menos para mi.

-Ven aquí pequeña- Nam abrió sus brazos esperando me acostara entre ellos una vez que salí del baño -me encantas- me dio un tierno beso antes de cerrar los ojos

Nadie me creería que esta masita de ojos rasgados acababa de reacomodarme el útero y despertarme un nuevo fetiche


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La concubina de BTS (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora