La concubina de BTS (+18)

LXVIII

Val

Desperté antes que mi alarma, me volvería a dormir de no ser porque mi estomago exigiendo comida no me dejo, impulsada por el hambre me apure con el desayuno tanto que aun no bajaban los chicos, lo que me dio el tiempo de prepararles un lonch, una base de arroz, algo de pollo con verduras en salsa de soya y una natilla de chocolate.

Nuevamente fueron bajando los chicos dejando un pequeño beso en mis labios y tomando un lugar en la mesa.

-Esto se ve delicioso- hablo Jin cuando coloque su plato frente a él

-Y esta delicioso- Hobi tenía medio llena la boca

-¿Y eso?- pregunto Nam al ver las 7 bolsas de plástico alineadas sobre la isleta de la cocina

-Me tome la libertad de prepararles el almuerzo- dije viendo llegar a Jimin al comedor

-Buenos días bebé- dejo un beso en mis labios

-Buenos días mochi- le pase un plato -voy a despertar a los demas

-Yo ya estoy ángel- JK estaba aun algo adormilado

-Siéntate a comer Kookie- le di un pequeño beso en los labios -voy por los otros dos

En las escaleras bajaba casi arrastrando los pies Tae.

-Buenos días Tae-Tae- no hubo respuesta pero si dejo un dulce beso en mis labios -anda a desayunar

-Voy- medio murmuró y siguió bajando

-Meow meow- dije tocando la puerta -meow meow?- abrí la puerta viéndolo dormido

Un Yoongi hecho tamalito en su cobija de la que solo salía su carita se encontraba en su cama, se veía más cachetón por la cobija que aplastaba sus mejillas

-Meow meow- se removió en la cama -tienes que bajar a desayunar- medio manoteo aun sin abrir los ojos -tienes que despertar- pique una de sus mejillas

De pronto la cobija se removió y un par de brazos me jalo por mi cadera a lo que solté un pequeño grito

-Dulzura, no deberías despertarme así- ahora estaba sobre mi -no deberías despertarme en general

-Me encanta hacía donde va esto- dije entre besos -pero tienes que bajar a desayunar

-Ya que- eso sonó más a gruñido que a otra cosa

-Me encanta cuando me haces caso- me burle sentándome en su cama

-No cantes victoria- me beso para morderme un poco -al rato serás tu la que obedezca

Yoongi

Llegue a la cocina con la mano de Val unida a la mia

-¿Y eso?- pregunte señalando unas bolsas de plástico

-Val nos preparo el almuerzo- respondió Hobi

Ese acto hizo que mi corazón se sintiera cálido, el sentirme cuidado por ella me removía sentimientos que no debían removerse.

-Apúrense a desayunar, para que no se les haga tarde- pidió Val mientras comía

-Si PD- dijo JK en tono burlón

-Pues solo por eso quitare la natilla de tu almuerzo

-No no- JK veía como val se acercaba a las bolsas -no lo vuelvo a hacer

Val regreso el postre a su bolsa de almuerzo mientras el resto de la mesa reía disimuladamente al ver a JK prometer portarse bien a cambio de un postre de chocolate

A media tarde y con el sol en lo alto decidimos tomarnos un descanso tomando cada uno una de las bolsas para sacar aquel almuerzo, olía delicioso y se veía muy apetecible, aun así cuando lo probamos supero todas nuestras espectativas.

-Debería cocinarnos el almuerzo diario- sugerí saboreando aquel platillo

El resto del día fue ajetreado pero no tan agotador.

Llegando a casa nuevamente las luces estaban todas apagadas y cuando llamamos su nombre no hubo respuesta alguna, aun así no esperaba que la luz de la isleta de la cocina se encendiera de pronto mostrando a Val semi acostada en la misma utilizando únicamente una fina lencería de encaje color negro y blanco.

Mi boca se seco mientras veía la manera sensual en la que bailaba sobre la mesa al tiempo que sus ojos hacían contacto con los míos hipnotizándome, volviéndome casi por completo en un animal salvaje.

-Ven aquí- casi corrí a ella cuando la música acabo levantándola en brazos

-Tu hombro- me recordó ella cuando comencé a avanzar

-Tranquila- bese aquellos dulces labios -el esfuerzo vale la pena- dije al sentir su cuerpo restregarse contra mi en aquella posición

En cuanto entre al cuarto Val bajo de mis brazos para comenzar a quitarme todas las prendas de manera acelerada entre besos apasionados.

-Sr. Min- llamo dejando de besarme -¿Puedo?- dijo de rodillas frente a mi, poniendo aquella mirada en la que podría pedirme la vida y se la daría sin dudar

-Hazlo- ordene

Val

Las rodillas me dolían pero valía la pena por escucharlo gemir al tomarlo en mi boca

-Val- pidió -basta- me puse de pie -a la cama

Su mirada oscura y su tono de orden me hicieron temblar las piernas mientras me movía hacia la misma, el se quedo en la entrada apreciando mi andar para después acercarse a la orilla de la cama, veía cada musculo tenso de aquel cuerpo blanquecino.

-Te quiero a cuatro viendo a la tele- obedecí a máxima velocidad

Fue entonces que note como la pantalla me permitía ver mi propio reflejo y el cuerpo de Yoongi acercándose desde atrás, coloco una mano en mi cadera y sentí el calor de su cuerpo cada vez más cerca

Un pequeño alarido salió de mi boca más de sorpresa que otra cosa pues acababa de dar una sonora nalgada, segundos después y antes de que me recuperara invadió mi interior de manera firme pero cuidadosa provocando un gemido más alto de lo que me hubiera gustado.

-Baja la voz gatita, o todos en la casa notaran lo mucho que te gusta que te folle

-Si, Sr. Min- medio susurre pues Yoongi solo aumentaba el ritmo

-Ya viste la carita que pones- menciono tomando mi barbilla con su mano libre para colocar mi vista hacia la tele -este sería un programa que si vería diario

En el negro de la pantalla apagada podía reconocer el torso de Yoongi y su mano aferrada a mi cadera, debajo de el con el culo en pompa me encontraba pareciendo la sumisa perfecta cosa que solo me provoco más

-¿Te encanta como te ves?- pregunto divertido -no tienes que responder, tu cuerpo lo hace por ti- aumento el ritmo si piedad -¿quien es tu dueño?- me pregunto al oído pero no podía articular respuesta lo que provoco una nueva nalgada -estoy esperando muñequita- paso los dedos de su mano libro por debajo de mi cuerpo hasta aquel botón

-Tu- gemí ante el contacto

-¿Yo que?- aumento el ritmo

-Tu eres mi dueño- medio lloriquee al sentir aquel placer 

-Ven aquí dulzura- dijo una vez que el placer abrumador se fue

-Abrázame- pedí recostándome en su pecho

-Siempre que me lo pidas- beso mi frente y el sueño inundo mi cuerpo