capítulo 3.

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Arizbeth

La mañana siguiente escucho como papá me llama a desayunar para luego poder ir por mis cosas escolares. Me levante demasiado cansada, la noche anterior apenas habia dormido, tenia los sentimientos revueltos y me causo insomnio. Al bajar encontré a mi padre desayunando lo que parecia ser sangre, hice una mueca de asco y me sente junto a él.

-Buenos días papá- pronuncié comenzando a comer- aunque no muy buenos dias para la persona que te estas desayunando- comente divertida.

-Buenos dias cariño y no me desayune a nadie, robe bolsas de sangre de un hospital no muy lejos- aclaro el hombre.

Dicho eso di por terminada la conversación. Apenas desayune, los nervios me tenian descompuesta, leía una y otra vez las asignaturas que tendria y que tenia que comprar para cada una de ellas. En la lista que me habían mandado también decia que ponia llevar una mascota, siempre y cuando no sea muy grande y peligrosa, supongo que llevare una lechuza para poder comunicarme con papá.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta de la hora, temia que se me haga tarde ya que no conocia los horario en el mundo magico.

-Papá se nos hará tarde, hay que irnos- dije levantandome de la mesa deprisa y yendo a la chimenea- vamos Niklaus no seas lento- pensé en voz alta. Él me escucho pero solo se rio.

-Eres tan igual a tu madre que asusta- dijo melancólico, supongo que recordando como mamá siempre le decia lo mismo- Toma los polvos y pronuncia "callejón diagon".
Le hize caso a mi padre y apareci en un callejón empedrado con variedad de restaurantes y tiendas, atras mío apareció papá igual de asombrado que yo.

-Nos vamos a perder- comenté con una mueca recordando la mala orientació de papá.

-Tranquila nos arreglaremos- trato de calmarme.

Había tiendas que vendían túnicas, tiendas que vendían telescopios e instrumentos de plata extraños que jamás había visto antes, pilas tambaleantes de libros de hechizos, plumas y rollos de pergamino, botellas de pociones y mucho más. Estaba totalmente sorprendida y emocionada.

Primero nos encargamos de comprar los útiles y los libros necesarios, luego quise ir en busca de una lechuza.

-Rapido papá, si fueras humano, serias el más lento de todos- musite, sabiendo que me escucharía- quiero una lechuza, asi me podré comunicar contigo.

Él solo se limito a reir y a tratar de seguirme el paso, hasta que encontramos una tienda llamada el Emporio de la lechuza, entramos y sentia que cada vez me asombraba más, habia miles de lechuzas de todos lo colores, pero solo una llamo su atención, una lechuza negra con algunas lineas blancas, un pico y patas amarillo, era hermosa y perfecta para mi.

-Quiero esa negra- dije sin dejar de verla. El vendedor enseguida me la dio con su respectiva jaula.
Papá pago y salimos en busca de una varita, yo no entendía para que la necesitaba ya que mi magia era espontánea, sin necesidad de una, pero por lo visto era obligatoria en el colegio.

-Es muy hermosa- dijo mi padre en cuando salimos. Yo solo le limite a asentir.

Cuando creí que ya teníamos todo lo de la lista, le dije a papá de ir a casa, no daba más, estaba exhausta y solo queria dormir. El resto del camino mi padre lo unico que hizo fue preguntarme como le pondría a mi lechuza, nombre que ya habia decidido, le pondría Nix como la diosa griega de la noche.

Al llegar a casa lo unico que hicimos fue preparar mis maletas para el día siguiente, con mis libros, ropa y cosas necesarias. Papá estaba muy callado, lo cual no se me hacia raro ya que él era así, pero esta vez era diferente.

-Esta todo bien papá?- le pregunte mirandolo como seguía ordenando mis cosas- Papá- volvi a llamar cuando parecia no haberme escuchado.

-Si linda, todo esta bien- dijo trantando de tranquilizarme- solo que te voy a extrañar, ya sabes sos lo único valioso que me queda en esta vida.

-Sabes que solo tienes que pedirlo y me quedaré contigo- recordé.

-No hace falta cariño, quiero que seas feliz y crees tu propia historia- dijo acercandose a mi y tomandome por los hombros- tu madre estaria muy orgullosa.

Yo solo sonrei y lo abrace con todas mis fuerzas, él también era lo unico que me quedaba en esta vida, ambos extrañabamos mucho a mamá, ella de alguna forma era el motor de la familia, pero ahora solo nos quedaba seguir adelante.

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Cuando terminamos de cenar fui directo a dormir o al menos a intentarlo, tenia muchas ansias, queria cerrar los ojos y al abrirlos ya esta en Hogwarts.

Al dia siguiente me levante más temprano de lo normal, incluso antes que mi padre. Fui a despertarlo pero este dormia muy profundamente.

-Vamos lobo gruñon levantanteee- grite tratando de moverlo, pero fue imposible- me rindo- dije sentandome en el borde de su cama. De un momento a otro escucho a alguien riendose, era mi papá, yo solo lo mire ofendida por el esfuerzo en vano que habia echo.

-Dios, nunca pensé verte en ese estado de emoción y cansancio- se rio mi padre- pero lo de lobo gruñon estuvo demás- comentó trantando de poner cara sería.

-Diciendo eso solo lo confirmas- dije levantandome de la cama- la proxima vez prendere fuego tu cama para que seas más rápido- diciendo eso baje corriendo las escaleras.

Cuando klaus bajo yo ya tenía todo preparado, solo debiamos ir a la estación de trenes en Londres y tomar la plataforma 9 ¾.

Al llegar a la estación no encontrabamos la parada, hasta que de un momento a otro vimos una familia de pelirrojos y un moreno correr, supuse que irían a Hogwarts también, porque el moreno llevaba una lechuza. Agarre a papá del brazo y nos acercamos a ellos.

-Hola.. em me podría decir cual es la plataforma 9 ¾- dije en casi un susurro a la señora que estaba con todos los niños. Todos me miraron extrañados, como si fuera un bicho raro.

-Hola linda, debes atravesar esa parede de ahi- comento la mujer con voz dulce y una sonrisa- solo debes tomar distancia y correr hacia allí.

-Okey.. muchas gracias- conteste no muy segura. Mire a papá y me dijo que dejara que uno de ellos pasara primero por las dudas.

Vimos como dos pelirrojos identicos pasaban primero, y si, definitivamente traspasaron la pared. Mire asombrada por eso y sonreí.

-Si quieres pasa tu cariño, nosotros iremos detras- me dijo la señora- por cierto soy Molly Weasley.

-Gracias, un placer señora Weasley- dije con mi mejor sonrisa- yo soy Arizbeth Mikaelson y él es mi papá Niklaus Mikaelson- pronuncié para luego imitar la acción de los hermanos pelirrojos.

Atras mio aparecio la señora Weasley con mi papá y otros niños más. Me quedé anonada por el lugar, habia un tren enorme y cientos de niños corriendo por todos lados. Mire a papá y estaba igual de asombrado que yo.
Él me ayudo a subir mi maleta, y llego le momento más difícil para los dos, despedirse.

-Bueno- comenzó papá- espero que sea un muy buen año para ti y que me escribas muchas cartas contandome todo. Disfruta este momento porque no se repetirá y no te preocupes por mi, mientras tu estes bien yo igual- dijo con una sonrisa ligera.

Yo no sabia que decir y lo unico que salio de mi boca fue- Siempre y para siempre papá, te amo- para luego abrazarlo mientras se me escapaban algunas lagrimas.

-Siempre y para siempre mi pequeña- repitió él.





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