Capítulo 19.

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Hoy era el baile que había organizado Esther, la verdad es que no tenía muchas ganas de asistir pero sabia que no había de otra.

Me encontraba sentada en el jardín delantero de la mansión mientras veia volar a Nyx, cuando dos personas se sentaron a mi lado.

Kol apoyo su cabeza en mis piernas y Finn se sento como indio. Tal vez entre ellos no se llevaban del todo bien, pero en mi presencia siempre fue distinto.

-Que haces?- pregunto Kol comenzando a arrancar pasto.

-Es obvio que nada- responde Finn como si fuera obvio.

-Solo saque a Nyx para que estire las alas- hable mirando el cielo.

-Aun no entiendo porque tienes una lechuza- hizo una mueca.

-Asi nos comunicamos en el mundo magico- respondí indiferente, los amaba pero hoy no estaba con mi mejor humor.

-Sucede algo?- pregunto Finn, corriendo cabello de mi rostro y observandome.

-No, solo pienso mucho en la primera luna llena- era verdad, desde navidad lo unico que pasaba por mi cabeza era la luna llena, que como casualidad seria el 31 a la noche.

No sabia como me sentía, no sabia si estaba asustada o si me iba a doler, si iba a ser rapido o algo lento y tortuoso.

-No debes preocuparte, tu padre estará ahí- dijo Kol reincorporandose- a nosotros nos encantaría, pero ya sabes una mordida y delirariamos por horas.

Si bien con la sangre de mi padre se podía curar cualquier mordida de licantropo, no sabiamos si con mi mordida sería igual o si solo mi sangre podría curarla.

-Lo se, solo me gustaría que mamá este- murmure fijando la vista en el pasto.

-Ella siempre esta aquí Ari, con todos nosotros- trato de consolarme Finn mientras apuntaba con un dedo a su corazón, dando a entender que ella siempre estaría allí.

Selene Labonair habia sido la salvación de los Mikaelson por más de once años, su muerte causo la locura de Klaus y el sueño profundo de los demás hermanos e inclusive su hija.

Desde su muerte nada era igual, cuando Ari despertó sintio un vacio que jamás pudo llenar y estaba segura que estos dias que sus tios estaban de vuelta, sentian lo mismo.

Me habia quedado pensativa olvidandome de la presencia de ambos, solo senti cuando se pararon y se fueron.

-Arizbeth!- gritaron desde la puerta, genial esta vieja me iba a volver loca- se hace tarde debes prepararte- volvio a hablar.

No conteste y segui sentada, no quería que ella pensará que tenia algun poder sobre mi o alguna autoridad, por eso la contradecía todo el tiempo.

Silve llamando a Nyx y esta enseguida se acerco a mi posandose en mi hombro.

-Lo siento pequeña, prometo que mañana saldremos temprano- hable levantando del pasto y encaminandome adentro.

Cuando entre habia muchas personas, mozos que iban de aca para allá acomodando todo y a Esther dandoles ordenes.

No dije nada y subi las escaleras hasta mi cuarto para dejar mi lechuza y luego ir a la habitación de mi padre, después de todo él debia darme el vestido.

Toque la puerta del cuarto de mi papá y habló para decirme que pasara. Estaba vestido con un traje negro y peinado de un estilo extraño.

-Como estas? Pequeña- pregunto volteando a verme.

-Bien- dije encogiendome de hombros y tomando asiento en la cama- venia por el vestido.

-Si lo supuse- camino hasta la puerta y me pidio que lo siguiera.

Arizbeth Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora