Capítulo 13.

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Anoche cuando llegamos papá recibio una llamada de Stefan, este se habia robado los ataúdes con los cuerpos de mis tíos

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Anoche cuando llegamos papá recibio una llamada de Stefan, este se habia robado los ataúdes con los cuerpos de mis tíos.

Mi padre enloquecio debido a eso y comenzo a tirar todo a su paso, jamás lo había visto de esa manera, conmigo siempre trataba de controlarse.

Cuando se calmo me mando a dormir y lo obedeci, no iba a negarme, no en el estado de enojo que se encontraba.

A la mañana siguiente me desperté por ruidos abajo, me levante, me di un baño y baje las escaleras, hoy era mi último día aquí e intentaria ayudar a mi padre en todo lo que pueda.

Al bajar me encontré a Niklaus con sus hibridos, entre ellos Tayler, era raro que no estuviera del lado de sus amigos pero supongo que el vínculo con mi padre era más fuerte.

-Buenos dias- hable bajando las escaleras- que sucede?- pregunte posicionándome al lado de mi padre con los brazos cruzados.

El mayor le hizo una seña a todos para que salieran, cuando quedamos solos volteo a verme.

-Ari, debes irte, en lo posible ahora- dijo para comenzar a caminar al comedor.

-Qué? Claro que no- reclame- voy a quedarme hasta que Stefan devuelva hasta el último ataúd- avise.

-Te iras porque yo lo estoy diciendo- volvio a hablar de manera sería mientras se servia algo de beber.

-Dije que no- hable de manera firme, el volteo a verme con mala cara y se acerco hasta donde yo estaba.

-Te llevare a la fuerza si es necesario- dijo levantando la voz, me asuste un poco porque el nunca me habia gritado- este no es tu problema Arizbeth y tampoco te pondre en riesgo- siguio, para tratar de irse del comedor

-También es mi familia Niklaus- grite, este volteo sorprendido- asique me quedaré y recuperaré a mi familia- lo mire desafíante, me acerque a él y dije algo que sabía que le molestaria, pero no me importo- o tal vez ayude a Stefan a ocultarlos de ti, después de todo estarian mejor si estuvieran lejos tuyo.- termine para comenzar a caminar fuera de mi casa.

Camine sin rumbo, no sabía a donde iba, pero es como si mi cuerpo me guiará.

Iba metida pensando donde podria estar Stefan, hasta que levante la vista y vi a un chico parado en el medio de la calle, un auto se iba acercando a toda velocidad.

Comencé a correr hacia él y pude empujarlo al otro lado de la calle haciendo que el auto me chocara a mí.
Pude sentir como me golpeo y como pase por encima de este cayendo en la parte trasera del auto.

No podía moverme, me dolia todo, podía sentir el sabor a metal de la boca y sentia que me ahogaba en mi propia sangre. 

Pude sentir como alguien se acercaba y le decia al chico que salve que me voltee o me ahogaria con la sangre, el chico hizo caso y me volteo mientras me pedia que por favor no me duerma.

Arizbeth Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora