Capítulo 25

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Hailee

Se siente como estar en casa, su presencia emana calidez en la oscuridad de la habitación. Observo mientras duerme, y al parecer, yo acabo de despertar. Mis recuerdos son vagos, solo una sensación abrumadora de ahogo y el deseo de que el mundo me tragara y me arroje lejos. Mi vida en el último año ha sido un caos completo, un laberinto del que no sé cómo escapar y que, peor aún, me está destrozando lentamente.

No sé cuánto tiempo podré soportar el chantaje de Noah, la presión de Ed y las luchas internas entre lo que mi cuerpo y corazón anhelan al estar cerca de Thomas. Me estoy arrastrando sin piedad hacia el abismo, temiendo lo que pueda suceder, especialmente por la reacción de mis padres si Noah decide publicar esas fotos y videos en un arrebato de ira. También temo que mi carrera, por la que he trabajado incansablemente, se vea arruinada. Después de tantos años manteniendo un perfil bajo y dedicándome al trabajo, todo podría desmoronarse. Es difícil encontrar una salida a este laberinto de complicaciones, y cada día parece sumar más presión.

Hailee - su voz ronca capta mi atención - ¿hace mucho que despertaste?

Si - digo pero mi voz sale demasiado áspera, me duele demasiado la garganta -

¿Te duele? - asiento - tu garganta debe estar un poco lastimada - se pone de pie y va en busca de algo que no sé que es, vuelve hacia mí con un maletín - veamos - saca sus cosas de médico, me parece demasiado tierno su gesto - abre la boca - no dudo un segundo en hacerlo, este me revisa con un aparato que no sé como se llama y a juzgar por la preocupación de su rostro - ¿haz tenido fiebre en los últimos días? - niego - Bueno, veo un poco roja la laringe.

¿Me vas a recetar algo? - asiente - estoy bien, créeme

No hables que te puedes quedar sin voz... - empieza a escribir algo en una hoja y me la pasa. En conclusión, no entiendo nada de lo escrito - vas a tomar estos medicamentos con mucho cuidado, no es nada grave pero por seguridad y más por tu profesión debes hacerlo - asiento -

Gracias pero debo irme - le digo poniéndome de pie pero él me detiene -

Es muy tarde como para que te vayas - miro su rostro pero este solo refleja preocupación - además, te prometí quedarme - no entiendo eso, ¿en qué momento él me prometió eso? - probablemente no lo recuerdes - la verdad es que no - sufriste un ataque de pánico - ¿un ataque de pánico?, creo que nunca he pasado por eso por lo menos no que yo recuerde - y prometí que te iba cuidar hasta que te sintieras mejor y eso incluye cuidar de tu garganta - me sonríe cosa que yo también hago pero mi mente va nuevamente a Noah y a su retorcida cabeza -

Yo... - las palabras salen con dolor - lo siento mucho - Él me mira, pero parece no comprender completamente lo que estoy a punto de decir. - No puedo corresponderte en... sentimientos- el nudo en mi garganta se aprieta más, y una lágrima se escapa- Hay cosas en las que es mejor no involucrarte, y debo alejarme... - las lágrimas están ganando terreno con una fuerza abrumadora. Pero necesito que él sepa algo, aunque sea lo último que pueda decirle de esta manera - Me encantó pasar tiempo contigo, eres... - tomo aire, intentando contener la marea de emociones que amenaza con ahogarme - Eres un chico genial, y sé que hay alguien allá afuera esperándote. Aunque me rompa el corazón, debo alejarme de ti - las palabras salen entre sollozos, y siento que una parte de mí se desgarra al pronunciarlas.

Hailee, tú no tienes por qué alejarte de mí - él niega mientras limpia las lágrimas que caen por mi rostro - Ni yo de ti. Somos amigos, y como amigos, nos protegemos el uno al otro - hace una pausa y continúa con sinceridad - Aunque me duela, sé que tu corazón le pertenece a Noah, y yo no puedo cambiar eso - le niego con la cabeza. Mi corazón no pertenece a él, ni a nadie, pero lo que empiezo a sentir por Thomas parece contradecir todo eso.

Thomas, no hagas esto más difícil - le pido, aunque sé que cada palabra que pronunciamos lo complica todo aún más -

Pero, ¿por qué dices que es difícil?, no te entiendo... - su expresión refleja confusión, y me quedo mirándolo por un momento, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

Yo nunca... había sentido esto que estoy sintiendo ahora, la atracción que ambos nos tenemos es innegable - hago una pausa, sin señalar directamente hacia lo obvio - Esto nos puede llevar a un abismo del que jamás podremos salir, y al mismo tiempo, lo que estamos sintiendo o lo que sea, podría acabar con nuestras carreras... con mi carrera - lo miro, esperando que entienda la gravedad de la situación. -

¿Por qué acabaría con tu carrera?- me pongo de pie y empiezo a caminar por el cuarto -

Eso es algo que no te puedo contar... - limpio mis lágrimas, tratando de mantener la compostura - sólo sé que no puedo corresponderte en sentimientos, ni en nada... - el se pone de pie quedando frente a mi, acá nuestra diferencia de altura es notable. Se agacha para quedar en iguales condiciones - fuiste una de las mejores cosas que me han pasado en este año - me alejo de él y abro la puerta para salir -.

Bajo ReflectoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora