Thomas
Las cosas con Hailee han ido de maravilla, sin mencionar la vez en que lo hicimos en la cama, dos en el baño y una en el sofá del cuarto. Es alguien increíble y, aunque me dejé llevar un poco por todo, me descuidé de la manera más estúpida posible. Ahora ambos tememos por lo mismo, sé que con ella las cosas serían más sencillas pero es una responsabilidad de la cual ninguno de los dos se encuentra listo.Aunque el solo imaginarla con una pancita me resulta tierno.
¿Quieres que prepare algo de comer? - intento alivianar la situación un poco. Sé que somos dos adultos responsables de nuestros actos, pero ahora mismo estamos en un momento importante de nuestras carreras y un bebé lo único que haría es entorpecer todo.
No, no tengo hambre —su voz refleja miedo y tal vez un poco de amargura— . Tú eres doctor, ¿sabes qué deberíamos hacer? — Lo soy pero no todos los resultados son buenos, puede como no puede. Mi mente y mi cuerpo, en cuanto salimos del baño, solo buscaron una opción: la pastilla del día después. La encargué cuanto antes y ahora espero que vengan con ella, pero tampoco es algo seguro que dé solución a lo que nos aqueja.
Sí, hay una pastilla... ya la pedí —bajo mi mirada—, pero no asegura nada —soy sincero a más no poder con ella. Sus piernas tiemblan, muerde su labio inferior y su mirada sigue en la ventana.
Sí... —ella me mira, hay demasiado temor en su ser— . Si llegase a pasar, prométeme que vas a estar para mí - Su voz se entrecorta un par de veces al decirlo. Claro que estaría para ella y para bueno, el bebé, pero no quiero adelantarme a los hechos.
Eso es. no tienes por qué preguntarlo... yo no te dejaría sola ni a ti, ni a ...- no sé cómo llamarlo en este punto. Mi mente ya pide que me tranquilice y que maneje todo con calma, en un par de semanas lo sabremos.
Era lo único que quería oír de ti - escuchó un suspiro de alivio de su parte. No tiene por qué dudar de mí en ello, siempre seré responsable de mis actos, aunque esto es lo que menos desee para mi vida en este momento. Llaman a la puerta principal y voy cuanto antes. Es el chico encargado de traer lo que había pedido, le doy el dinero y este se marcha. Subo donde Hailee, ella parece estar más relajada pues la veo tararear lo que parece una canción.
¿Quién era? - La miro, pero se ruboriza al instante. - ¿Es la pastilla? - asiento para luego entregársela. Ella toma un suspiro bastante largo. - Bueno, que sea lo que la vida tenga destinado para ambos - la saca de su empaque mientras yo le paso una botella de agua que había en la mesa de noche. La toma y, cuando al fin está bajado por su laringe, me mira: - Luego de pensarlo un tanto... si sucede estaría feliz y si no, igual lo estaría...- me sonríe. - Sé que te tengo a ti en todo esto - Corro hacia sus brazos para darle un corto abrazo y un beso. - Y, creo que serías un gran padre...
Y tú serás una gran madre, de eso estoy seguro - entrecierra sus ojos para luego reírse -
Es extraño pasar por esta situación, ¿sabes? - la miro sin comprender lo que me quiere decir - nunca me vi con hijos y bueno, ahora existe esa posibilidad... es solo extraño pensarlo —- Le sonrío—.
Bueno, creo que pienso igual que tú... - Le doy un beso, pero no un beso largo, más bien uno corto - ¿Aún te duele el abdomen? - Ella asiente. - Lamento mucho dejarme llevar por la situación - ella me sonríe. -
¿Bromeas? La pasé mejor que nunca, además fui yo quien te pidió que lo hicieras. — Se muerde el labio inferior y siento que mi cuerpo vuelve a pedir de lo mismo. - Esa cara tuya está pidiendo mucho en este momento. - Le sonrió.
Bueno... no puedo evitarlo - se acerca y me besa. seguimos nuestro beso hasta llegar al sofá, ella queda sobre mí.
Hailee - la puerta se abre y Hailee salta hacia el sofá como si fuera un resorte - Les trajimos algo para comer - La señora Chery es bastante amable. Toma asiento en la cama mientras su querida hija, que aún está en bata, cruza sus piernas y se acerca a mí .
Gracias mami... - Hailee se pone de pie y toma lo que su madre trae en las manos. - ¿Qué es? - dice mientras destapa el empaque y se sienta a mi lado. —
Barbacoa - un plato no muy típico de acá pero que solemos comer muy seguido - por cierto, venía a decirte que nos tenemos que ir en el primer vuelo que salga el viernes... - su hija me mira.
¿Y eso por qué? - Su mirada va entre su madre y yo. —
Bueno, resulta que debes ir a unos premios de Spider-Man. - Hailee sonríe -
Sé a qué te refieres, madre... - Bueno, me siento perdido - amor, mira... - se centra en mí - estoy nominada a unos premios por darle voz a Gwen en Spider-Man y bueno, no recordaba que eran esta semana...
Entiendo - ¿Me acaba de llamar amor? ... mi corazón bombea con mucha rapidez - entonces irás por el premio y ya - ella solo asiente -
Aunque aún no lo gano, ¿o sí? - mira a su madre a lo que ella solo asiente - ¿En serio? - Hailee va a abrazar a su madre y la verdad yo solo disfruto de este momento tan especial para ella. Me pongo de pie y ella corre a abrazarme. Se pone de puntitas y es mi señal para darle un beso corto en los labios - wow... estoy sin palabras.
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Bajo Reflectores
FanfictionEn las deslumbrantes luces de Los Ángeles, Hailee Steinfeld vive una relación que parece no hacerle muy bien con un cantante obsesionado con hacerse más conocido y que sus cuentas bancarias se llenen todo el tiempo. Su vida da un giro cuando conoce...