Capítulo 56

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Hailee

Es lo único que logro decir, siento algo de dolor en mi pecho por la noticia, pero no puedo cargar con ello, no por ahora. Sé que si existe amor de por medio, es mejor dar mi paso al costado y dejar que ellos formen su familia como lo están haciendo, pero...

No, no... - se pone de pie - no puedo amar a alguien que me hizo tanto daño - se pone de rodillas solo para quedar a mi altura - Hailee, mi corazón te pertenece - sé que estoy llorando como idiota, cosa que no debería hacer pero aún así lo hago y es molesto porque soy una persona fuerte que no suele mostrarse tan vulnerable y menos de esta manera - Si ese bebé es mío, responderé por él porque lleva mi sangre pero no por... ella

Pero un bebé debería crecer con sus padres y... - el tener a unos padres como los míos siempre me hizo creer que lo importante es que sus hijos crezcan bajo la compañía de ambos y no de uno solo.

Hailee - hace que lo mire - aún no estoy seguro de eso porque ese bebé puede que no sea mío... - ¿Es o no es? , no estoy entendiendo nada - para esa época ella estaba con alguien más y bueno - hace una pausa - sé que existe esa posibilidad, pero hay algo en mí que me dice que no es así

¿Y si lo es? - Es lo único que logra cruzar por mi mente - ¿El bebé, qué?

El bebé tendrá a su padre pero no con su madre - suena tan tranquilo que me sorprende - yo no puedo dejar de estar con la persona que quiero por un bebé - no sé si suena egoísta de su parte o qué pero me parece algo duro de llevar para mí - Hailee... - hace que lo mire - Yo no sé cómo tuve el valor de decirte esto y sé que me vas a odiar por ello pero recuerda que esto pasó mucho antes de que nos conociéramos y mi pasado no tiene por qué afectar mi presente o futuro... me haré cargo, porque ante todo soy un hombre de palabra.

Entiendo... ¿Te harás alguna prueba? — Él solo asiente. La puerta del cuarto se abre, es mi hermano.

Ba... ¿Hailee, estás bien? — Creo que las lágrimas habían tomado poder sobre mí.

Sí... - Mi hermano mira mal a Thomas y bueno, en realidad él no ha hecho nada malo, sólo que yo soy muy sentimental y al enterarme de que posiblemente sea padre sin que yo sea la madre de ese pequeño, me revuelvo un poco el estómago - ya bajamos - solo asiente. Cierra nuevamente la puerta.

Tu hermano será mi enemigo por lo visto —le sonrío—.

Sólo un tanto...

¿Estamos bien? — Su voz se entrecorta un par de veces, pero es algo que si queremos estar juntos, debo aprender a llevar.

—me da un corto beso en los labios para luego ponerse de pie y brindarme su mano como apoyo—, por cierto, ¿cuántos meses tiene...? — Tengo curiosidad y necesito hacer cálculos.

Según le entendí, unos cuatro meses - asiento. No sé cómo sobrellevar esto por tanto tiempo, quiero decir, será complicado pero no imposible y bueno... En serio, necesito un consejo. -

Bueno, en los próximos meses estaré acompañándote en ello - le sonrío, aunque sé que no hay interés de hacerlo. Nuestras manos se toman con fuerza y salimos de mi antiguo cuarto.

Las personas parecen disfrutar de este pequeño encuentro, yo sólo me limito a atender a sus preguntas pero mi cabeza está en lo que a Thomas le está pasando, mejor dicho, lo que nos está pasando. Él aún sigue con su mirada ausente, mientras que yo solo intento aparentar que todo está bien. Mis padres empiezan a repartir de la parrillada algunas cosas, yo esta vez paso de todo, solo bebo de una botella de agua. Por su parte, Thomas solo me mira y una que otra vez me da un corto beso en los labios.

Bajo ReflectoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora