Capítulo 12: Paciencia.

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° Cellbit °


Estaba preocupado, no había podido dormir nada, solo me cambie el traje por la pijama y me quede despierto pensando en todo lo sucedido... debía arreglarlo, no quería que Roier me volviera a ver como ayer, no creí que me lastimaría tanto eso, pero ver su resentimiento y repulsión por mi dolió muchísimo, ahora mismo estaba en la cocina haciendo el desayuno de la paz, escucho que tocan nuestra puerta, veo el reloj de la cocina realmente confundido, eran las ocho de la mañana.


Voy tranquilamente viendo por la camarita quien era... ¿Qué hacían los amigos de mi esposo aquí a esta hora?, al escuchar que vuelven a tocar dejo de sobre pensar las cosas y les abro, ni si quiera tengo tiempo de preguntarles que era lo que sucedía cuando el chico llamado Aldo me empuja con el hombro entrando a la casa, Osvaldo lo sigue de cerca.


- Buenos días para ustedes también – digo de forma sarcástica – ¿se quedan a desayunar? – pregunto interesado, el de suéter rojo voltea a verme con cara de pocos amigos.

- Puedes dejar de fingir amabilidad, ya no me lo trago – me apunta con el dedo.

- Déjalo Aldo, solo ayudemos a Roi – interviene el más alto jalándolo del brazo.

- Un segundo, ¿en qué necesita ayuda mi esposo? – camino tras ellos confundido y preocupado.

- Deja de decirle así, Ro no es tu esposo de verdad, solo comparten un contrato y lo que suceda con él no es de tu incumbencia – me dedica una mirada de odio, Osvaldo vuelve a jalarlo para que no pelee conmigo.


Antes de poder decir algo veo a mi esposo bajar las escaleras ya vestido y con dos maletas en manos y una mochila, rápidamente me alarmo ante aquello, paso al lado de los otros dos encarándolo a mitad de las escaleras impidiéndole el paso, al menos hasta que me explicara qué era lo que estaba sucediendo y porque se estaba yendo de casa así de repente.


- Ro ¿Qué sucede? – pregunto bajo tratando de no hacerlo enojar, ni si quiera me voltea a ver.

- No me digas así, solo mis amigos pueden y tú no eres mi amigo, soy Rogelio o Roier para ti, hazte a un lado que estorbas – pide fríamente.

- Roier, por favor hablemos – casi le ruego, el pánico estaba subiendo rápidamente sin poder controlarlo.

- No tengo nada de qué hablar contigo, ahora quítate o llamare a la policía alegando violencia domestica – me amenaza, lo veo completamente sorprendido por ello.

- Roier... - me veo interrumpido por un golpecito en mi hombro, volteo y ahí estaba Aldo viéndome enojado.

- Quítate wey o te parto tu madre – me jala algo fuerte, hago lo que pide no por miedo a sus amenazas sino para no accidentarnos en las escaleras.

- Vendré por lo que falta mañana temprano, por favor no toques mis cosas en el estudio porque tengo ahí unas tareas guardadas – pide mi esposo caminando hacia la puerta, yo lo sigo de cerca.

- No te vayas Roier, por favor podemos hablarlo y arreglar las cosas – pido de nuevo.

- Yo mismo le informare a mi padre sobre la situación para evitar problemas, con permiso – sale de nuestra casa con sus amigos escoltándolo.

Stay With Me | AU QSMP | GuapoduoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora