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Capítulo 25: La gala.

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° Roier °

Estoy acomodando mi cabello poniéndome mi cera color negro en el mechón de cabello, ya traía puesto el pantalón negro y mi camisa gris aún abierta, estaba tratando de hacer varias cosas a la vez sin éxito, cuando termino con mi cabello comienzo a abotonar la camisa hasta que recuerdo que mis pircings no combinan con la ocasión, salgo del baño para tomar mi alhajero, me acerco a mi espejo de cuerpo completo y comienzo a cambiarlas por unas de color plateado.

- Ro no has visto mi... - se queda callado, puedo verlo parado en la entrada de mi habitación, volteo extrañado.

- ¿Qué cosa? – le pregunto continuando abrochando mi camisa, noto que su mirada es penetrante y una chispa rara que me hace tener un escalofrío.

- Yo... creí que ya habrías terminado de vestirte – comenta sin despegar su vista de mí.

- Solo necesito un par de minutos, ya casi termino – comienzo a fajarme la camisa mientras camino por la habitación para ponerme desodorante y colonia.

- De acuerdo... amm ¿no has visto mi billetera? no la encuentro – al voltear me siento algo inquieto, ¿Por qué me estaba viendo de esa forma? Solo me ponía nervioso.

- ¿Buscaste en la sala o cocina? – pregunto tratando de fingir que no estaba afectándome su mirada penetrante.

- No... iré a ver, te espero en la entrada – sale de mi habitación rápido, solo puedo suspirar de forma temblorosa.

Continuo arreglándome, me pongo mi delineado característico, reviso que todos los pircings estén bien puestos, tomo mi saco para ponérmelo y acomodar de forma correcta mi camisa, habíamos decidido que yo fuera de traje negro con camisa gris y él iría de traje gris con camisa negra, al bajar lo veo escribiendo en su teléfono, no le doy importancia, al escuchar que me acerco abre la puerta principal sin voltear a verme.

No digo nada, solo bajamos por el ascensor con una tensión electrizante... no sabía si podría sobrellevar la noche con este sentimiento tan raro en el pecho y esta sensación de hormigueo en las manos, al subir al auto continuamos en silencio, saco mi teléfono para mensajear con Aldo y Mariana en nuestro grupo, sería mejor distraerme con algo y no pensar en que casi cogemos sino hubiéramos sido interrumpidos o que mi esposo no dejaba de verme como si fuera carne fresca la cual quería comerse.

Comienzo a mover mi pierna de forma nerviosa, a pesar de tener los vidrios del auto bajos el ambiente y aire entre ambos era espeso, mientras que trato de mantener la calma, en todo el tiempo que llevábamos juntos jamás había pasado esto, además también era la primera vez que era realmente consciente de lo sexy que era mi esposo... siempre supe que era atractivo y atrayente, pero hasta ahora es cuando siento esta chispa, la consciencia de que deseo a mi esposo, de lo bien que siempre huele, del movimiento de sus manos sobre el volante, como si ahora mi atención en estos momentos solo girara entorno a él.

Estaba por reprenderme mentalmente por apenas darme cuenta de estas pequeñas cosas, pero no me da tiempo la mano de Cellbit se apoya en mi pierna que movía de forma ansiosa para detenerme, muerdo el interior de mi mejilla sintiendo la tensión entre ambos aumentar si es que eso era posible, solo esperaba que esta tensión sexual se desvaneciera pronto como siempre pasaba, no sabía porque todo mi cuerpo estaba más alerta y sensible, su toque enviaba cosquilleos provocando que mi cerebro liberara endorfinas.