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Capítulo 6: Encuentro Hostil.

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° Cellbit °

Roier llevaba aquí una semana, no se había ido desde ese día que su padre nos abordó en la cafetería, apenas y salía de su habitación, si lo vi tres veces en todo este tiempo era mucho decir, estaba preocupado por él, se veía realmente enfermo además de que note que tenía dolores de cabeza intensos, en esas tres veces que me lo tope fue porque me pidió amablemente una pastilla para eso, la primera vez le di la caja completa, cuando me volvió a pedir al cuarto día me sorprendió, pero le dije que iría a buscar cuando en realidad tuve que ir a una farmacia y compre tres cajas, para tener de repuesto.

Esa vez solo le di una tira de ocho pastillas, el me agradeció con una triste sonrisa y cerró la puerta de su habitación, ayer me pidió una pastilla, se la di sin problema, pero esta vez solo le di un par, sabía que no tardaba en venir a pedirme otra, le sugeriría ir al doctor, no era sano tener migrañas tan seguido, además ¿Cuándo volvía a clases? En verdad me estaba preocupando por él.

Para mi sorpresa la próxima vez que salió de su habitación estaba arreglado, seguía viéndose algo enfermo pero ya no estaba en pijama ni tenia delineador corrido por las mejillas, al notar que lo miro se acerca lentamente, estaba más que claro que estaba incómodo y avergonzado, pero yo trataría de evadir el tema de su estado de salud para no agravar eso, al menos no por ahora, aun creía que él debía ir al médico.

- Saldré con un amigo y a meter mi tira de materias, normalmente lo haría en línea, pero la página de la escuela no funciona – me avisa mientras se remueve en su sitio, dejo a un lado mi laptop para ponerle atención.

- No hay problema Roier, no debes decirme lo que harás si eso te hace sentir incómodo, pero agradezco que me contaras – digo con sinceridad, él se pasa una mano por su cabello, parecía que se tiño su mecha de color recientemente se veía más intenso el color y ya no había raíces castañas.

- De acuerdo, creí que tendría que decirte a donde voy cada que saliera para que le avisaras a mi padre – responde haciendo una mueca.

- Claro que no, no debes darme explicaciones a mí ni a tu padre puedes hacer lo que tú quieras – trato de alentarlo un poco, era obvio que se sentía inseguro.

- ¿Necesitas que te traiga algo? – pregunta cambiando de tema, entendía su incomodidad al hablar de su padre.

- No... ¿quieres que te acompañe? Tal vez podríamos pasar al médico he tenido un poco de dolor de espalda – miento un poco, el me ve con detenimiento, se relame los labios.

- No debes mentirme, sé que mi aspecto no es el mejor, pero estaré mejor solo necesito tiempo... preferiría que siguieras siendo honesto conmigo – me sonríe un poco cohibido.

- Bien, creo que deberíamos ir al doctor por tus migrañas, no es bueno que tomes esa cantidad de medicamento para el dolor, sé que es tu vida y te dije que no te obligaría a nada pero en verdad me preocupas, no te estoy pidiendo que me cuentes o que me hagas caso, solo que lo consideres – pido lo más amable que puedo, el parece sorprendido por mis palabras.

- Ammm yo no sé qué decirte, si mi padre... – lo interrumpo sin poder evitarlo.

- Roier tu padre no tiene nada que ver aquí, te lo dije no hablo con él, mi preocupación por ti es genuina, entiendo que sea difícil para ti creerlo porque bueno lo poco que he visto tus padres manejan tu vida y debes pensar que soy uno más de sus mensajeros, pero no es así a mí me importa poco lo que Samuel De Luque quiera, si no quieres ir conmigo al médico está bien, pero considera ir por tu cuenta o acompañado con un amigo – sugiero tratando de calmar mi coraje hacia el padre de Roier, ese hombre no me agradaba nada.