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Capítulo 22: Quiero saberlo.

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° Cellbit °

Apenas había pasado una semana desde que mi esposo había vuelto a clases y yo ya me sentía solo, me había acostumbrado a que estuviéramos juntos todo el día, esas vacaciones habían sido tanto buenas como malas, es verdad que nos acercamos más en todos los aspectos posibles, pero también me hizo darme cuenta lo mucho que disfrutaba pasar tiempo con él, lo mucho que me gustan sus besos, abrazos y atenciones, las cuales se redujeron considerablemente por obvias razones, él está en su último año y está realmente enfocado en ser el mejor.

Sabía que esto era por voluntad propia porque siempre fue el mejor en todo lo que hace y no piensa ser un segundón (palabras suyas no mías) por lo tanto la rutina había vuelto, no me molestaba en lo absoluto porque a pesar de volver a ver películas o series mientras hace su tarea es increíble porque ahora también hay charlas amenas, besitos y caricias de por medio, él en verdad lo está intentado y se notaba demasiado, esas vacaciones me dieron un esposo de verdad, pero eso implicaba que también resentía mucho más su ausencia.

Además de que habíamos vuelto a dormir separados, él necesitaba su espacio porque había noches donde estudiaba hasta muy tarde en su habitación y decía que no quería ser una molestia, no quise contradecirlo porque bueno habíamos avanzado unos diez pasos en solo cinco días de vacaciones, no lo presionaría más... pero lo extrañaba, extrañaba tanto dormir abrazados a pesar que al día siguiente recibiría quejas de que despertábamos muy sudados por el calor tropical y el corporal, pero el tampoco hacia algo para cambiarlo, sino que era un reclamo divertido con una sonrisa.

También extrañaba el poder comer juntos por la tarde mientras charlábamos... simplemente lo extrañaba mucho a pesar de que él me ponía toda la atención posible además de que agradecía a todos los dioses existentes que ahora podía tener intimidad con él con regularidad, aunque eran encuentros fugaces porque él debía continuar con sus tareas y estudio, además de que el trabajo en la empresa estaba comenzando a ser más pesado porque los De Luque estaban comenzando a orientarme sobre su rubro de la empresa porque como buen CEO que seré debo saber cómo funciona todo y no solo la parte de seguridad.

Mi estrés había aumentado considerablemente y sabía que el de mi esposo también, porque el también debía lidiar con sus padres, si yo me sentía así no quería ni imaginar cómo estaba él, aunque siempre que llegaba a casa estaba muy contento y charlando por teléfono en francés, sabia de sobra con quien hablaba, parecía que ese tipo había traído cierta calidez hacia mi esposo, solo estaba un poco celoso de eso, pero no había comentado nada porque sabía que eso solo traería un pleito.

Justo ahora me encuentro arreglándome para una entrevista que nos organizaron nuestros padres, estaba nervioso porque mi esposo estaba atrasado, aun no había llegado del colegio a pesar de que había salido hace un par de horas, no es como que me molestara que saliera con amigos ni nada por el estilo, pero que justo hoy se retrase me hace sentir muy ansioso, no quería llegar a la entrevista solo, que él estuviera a mi lado era como un canalizador de mi ansiedad.

Reviso mi reloj por décima vez en siete minutos, estoy dando vueltas en la sala aflojando un poco mi corbata azul marino, escucho la puerta principal abrirse, unos pasos y ahí está mi maravilloso esposo charlando por teléfono como es costumbre, al verme me sonríe acercándose sin detener su charla, me toma por la corbata jalándome a su cuerpo y me planta un casto beso.