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Capítulo 41: Cena con los suegros.

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° Roier °

- Mierda – maldigo mientras me levanto de mi silla realmente apresurado mientras aparto el plano que estaba retocando, se me había derramado mi taza de café ensuciando un par de papeles, lo bueno que mi plano se había salvado.

Suspiro realmente estresado, estaba en la pequeña oficina que habíamos instalado en nuestra casa ya que había veces que trabajaba de forma remota, pero al ser más pequeña el escritorio era de un tamaño poco cómodo para el tipo de trabajo que hacía, no era la primera vez que se derramaba alguna bebida sobre mi trabajo, en todas las ocasiones había logrado rescatar todo a tiempo, pero eso no evitaba que me pusiera de mal humor, sobre todo porque ahora tenía que cambiarme al tener café derramado en el pecho y piernas.

Camino poniéndome en medio de la habitación y pongo el plano a contra luz para asegurarme que no tenía ningún desperfecto o mancha indeseada ya que este se los daría mañana a Pac y Mike para que se vieran mis ideas y después presentarlo con Natalan, suspiro aliviado al ver que estaba completamente limpio, cuando estoy por bajar mis manos siento como unos brazos me rodean la cintura por detrás haciendo que pegue un brinquito y grito de sorpresa.

- Sou eu, calma guapito, calma – dice mi marido con tono divertido por mi reacción, solo resoplo comenzando a enrollar el plano para guardarlo.

- Pendejo, estúpido, idiota, casi me matas del pinche susto, te he dicho que no hagas eso cuando estoy tan concentrado, no mames hasta el pecho me dolió – me quejo con un suspiro.

- Desculpe, não queria assustar – me da un besito en el cuello mientras sus manos suben a mi pecho donde se detiene al notar que estoy mojado - ¿tudo bem guapito? – pregunta curioso.

- Sí, golpee mi taza de café por accidente y se me cayó encima – me aparto de mi marido para guardar el plano en su lugar.

- Mmm... Eu posso te ajudar com isso meu amor – murmura en mi oído metiendo sus manos bajo mi camiseta comenzando a alzarla para quitármela, siento mi piel erizarse ante su cercanía.

- Perate – pido con nerviosismo deteniendo sus manos.

- Vamos tomar um banho mozão – su aliento choca con la piel sensible de mi cuello.

- Bien, pero saca tus manos que me pones nerviosito – bromeo un poco aunque era verdad.

- Mmm – tararea mientras tira de mi cuerpo sacándome de mi oficina llevándome a nuestra habitación.

Simplemente me dejo hacer, había terminado mi trabajo de hoy así que no hacía daño tomar un descanso para pasar tiempo con mi bonito esposo, una vez ambos estamos desnudos en la ducha me aseguro de que nada escale porque aun debíamos hacer la cena, si dejaba que se pusiera creativo no saldríamos de la habitación hasta mañana, pero eso no evita que nos besemos y demos mimos subidos de tono porque mi esposo era un caliente que quería estar tocándome todo el tiempo.

Cuando nos ponemos ropa cómoda y cepillamos el cabello bajamos a la cocina para ponernos manos a la obra, estábamos preparando lasagna ya que se me había antojado y no quería pedir a domicilio, mientras yo preparaba la carne mi esposo hacia la pasta, charlamos amenamente sobre nuestros planes para el fin de semana ya que queríamos ir con nuestros amigos de fiesta o hacer una reunión ya sea para ver películas o jugar algo, cuando termino con el relleno apago el fogón de la estufa.