MY NAME

Capítulo 6: El juego empezó.

   Algunos lo verán como crueldad, pero para ella es un juego de niños~

     Pasaron aproximadamente cuarenta minutos, hacía mucho frío, pero yo misma me puse el reto de soportarlo, así mi resistencia aumentaría y mi aburrimiento disminuiría. Finalmente Mujin Choi y Yoon Jiwoo regresaron.

     — Vamos al gimnasio —me ordenó Mujin Choi.

     — De acuerdo señor —accedí con un tono de voz neutro y una mirada carente de emociones.

     Antes de subir al auto vi a Jiwoo, quien me miró con lástima antes de subir.

     Tal y como Mujin Choi me ordenó, conduje hasta el gimnasio en donde los hombres de Dongcheon entrenaban y vivían.

     Al llegar, todos saludaron y reverenciaron a Mujin Choi, miraron extrañados a Yoon Jiwoo y luego me miraron a mí con algo de asombro.

     — La nueva miembro —anunció Mujin Choi enviando la atención hacia Jiwoo—. Preséntate.

     Jiwoo solo se giró e hizo una reverencia.

     Mujin Choi se retiró junto a Taeju, pero antes de desaparecer de mi vista, me dió una mirada llena de duda y enojo. Sabía que pronto llegaría el momento del que Taeju me advirtió, pero me negaba a huir.

     — Hola Hamy —me saludo Do Gangjae con su típica sonrisa juguetona— ¿Cómo has estado?

     Solo le di una reverencia en forma de saludo, Do Gangjae siempre trataba de iniciar una conversación conmigo, pero yo procuraba no seguirle la corriente para no terminar metida en los problemas que él siempre genera.

     Salí del lugar y fui seguida por Gangjae.

     — Ay, vamos Hamy, llevo mucho tiempo tratando de cruzar una palabra contigo —se quejó cerrando su chaleco—. ¿No tienes frío?

     — Sí, por supuesto que tengo frío, señor Do Gangjae —le respondí sin quitar mi semblante serio.

     — No lo puedo creer —fingió asombro—. Hye Minha, la mano derecha de Mujin Choi me acaba de dirigir la palabra.

     Rodé los ojos.

     — Deberías cubrirte más del frío, siempre usas ese incomodo traje negro, eso no evitará que te resfríes —me sugirió con su icónica sonrisa.

     Escuché como Mujin Choi se acercaba junto a Jung Taeju, así que le dije a Do Gangjae que regresara al gimnasio.

     Se detuvieron a unos metros de mí, fingí que no había notado su presencia y miré atentamente el mar.

     — Hye Minha —me nombró el mayor llamando mi atencion—. Ya te puedes retirar.

     Asentí con la cabeza, hice una reverencia y me dirigí al gimnasio, allí me cambie completamente de ropa, me quite mi traje negro y me puse una chaqueta de cuero, debajo una camisa blanca, unos pantalones cargo y unas zapatillas.

     Al salir del baño noté que no había nadie, a excepción de Do Gangjae.

     Cuando este notó mi presencia dibujo una tierna sonrisa en su rostro.

     — ¿Qué haces aquí tan tarde? —me preguntó levantándose de la silla en la que se encontraba.

     — Acabo de terminar mi jornada, señor Do Gangjae —le respondí aún metida en mi papel de guarda espaldas, era difícil para mí comportarme como "una persona normal", pues lo único que hacía en mi día a día era servirle a Mujin Choi y volver a casa.