Capítulo 15: Carta.

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El amor de un padre a sus hijos llega a niveles que las palabras no pueden expresar~

     Disparé a un tuvo cerca de la rodilla de Gangjae, haciendo que este se detuviera.

     — No te muevas —le ordené a Gangjae, Mujin Choi me miró con sorpresa.

     Gangjae empezó a reír como el maniático en el que se había convertido, Mujin Choi se levantó con dificultad y me miró sorprendido.

     — Váyase —le dije a Mujin Choi, pero este no reaccionaba— ¡Que se vaya!

     Mujin Choi pasó a un costado mío y escapó.

     Me acerqué quedando a menos de dos metros de Gangjae.

     — Eres una perra estúpida —me dijo apoyándose en el barandal—. No tienes lealtad, solo me tienes a mí y ahora me estás apuntando con un arma, ¡tú no sabes nada!

     — Por favor Gang, suelta el cuchillo —le pedí con manos temblorosas.

     — Dispara —me dijo sonriente—. Dijiste que cumplirías cualquier orden que te diera, así que dispara... dispara... ¡Dispara!

     Mis manos no respondían, pero ver el estado de Gangjae me destrozaba, ya no podía reconocerlo, su linda sonrisa y sus cálidas palabras, se habían esfumado, solo quedaba un maniático con sed de poder.

     — No puedes —rio acercándose más—. No cualquiera puede matar a la única persona que le queda.

     Escuché pasos en las escaleras a lo lejos.

     — ¡Baja el arma, Pyeonjin! —me gritó Pildo a lo lejos.

     Gangjae lo miró y luego me miró a mí.

     — ¿Qué hará si se entera de que eras la ex-ayudante de Mujin Choi, y que ahora trabajas para mí en realidad? —me amenazó demasiado cerca de mí, haciendo que diera un paso atrás.

     Gangjae soltó su cuchillo, se giró en dirección a Pildo y levantó los brazos.

     — ¡Detective! —llamó su atención Gangjae— ¡Me entrego personalmente!¡Confesaré todo!

     — Tranquila, respira —me dijo Pildo, quien ya se encontraba a un lado mío.

     Mi respiración fallaba, mis manos temblaban y mi mente daba vueltas.

     — ¡Ella es... Hye Mi-...

     Lo interrumpí tirando tres veces del gatillo, le disparé en el pecho.

     — Ha... mmy eres una perra tra... idora —me dijo antes de caer por el barandal y morir en el acto.

     Lentamente Pildo me quitó el arma de las manos, todo mi cuerpo temblaba. Miré hacia abajo, allí yacía el cuerpo de Do Gangjae, o lo que solía ser.

     Miré a Pildo y luego miré a Jiwoo.

     Las horas pasaron, la investigación empezó, pero yo me fui a mi departamento, pues mi mente ya no daba a basto para estar allí.

     Al llegar a mi departamento entré directamente a la ducha para limpiarme. Luego de unos minutos de haber abierto la llave y haberme sumergido debajo de la ducha, el agua empezó a teñirse de rojo, era sangre, empecé a entrar en pánico y me restregué los ojos. Al abrirlos, estaba en el gimnasio Dongcheon, en la área de peleas, todo cerrado por rejas.

     A lo lejos escuché una macabra risa, traté de romper las rejas, pero me fue imposible.

     Una figura se acercó por entre las rejas, era Gangjae.

MY NAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora