Megumi no supo cómo, pero Itadori logró convencerlo de dejarlo pasar ese fin de semana en su casa. Yuji sólo tuvo que ser lo bastante dramático y decirle que si no lo acogía se iba a quedar solito y quién sabe qué podría pasarle… Por supuesto que Fushiguro sabía que estaba exagerando, pero no pudo negarse ante los gestos que Itadori hacía para persuadirlo. Con Satoru no hubo demasiado problema ya que su padre adoptivo siempre estaba de acuerdo con lo que Fushiguro quisiera hacer, el chico siempre había sido muy tranquilo y prudente en todos los aspectos, así que Gojo confiaba ciegamente en él.
De todas formas Megumi prefirió pasar el día fuera de casa para evitar cualquier inconveniente; Geto iba a llegar temprano a su casa porque Satoru lo había invitado a desayunar ya que no lo había visto la noche del viernes. Satoru le comentó que podía preparar para todos y así Yuji podía comer también con ellos, pero el chico le dijo que prefería invitarlo a desayunar fuera para salir de la rutina y después de ahí planeaba pasar el resto de la tarde entreteniendo a su amigo. No quería decirle directamente que no confiaba en él, porque realmente sí quería creer que seguiría cumpliendo su palabra, pero estar los cuatro en la misma casa era una idea que ya no le gustaba tanto.
Los amigos aprovecharon bastante ese día. Después de comer pasearon por el centro comercial donde se adentraron en un centro de vídeojuegos que les tomó varias horas para salir de ahí, luego fueron a comer postres donde la plática y las risas no faltaron; eran dos adolescentes divirtiéndose con nimiedades que servían para fortalecer su relación de amistad.
Itadori tenía la costumbre de tener contacto físico constante con Megumi: lo tomaba del brazo, lo abrazaba o le ponía el brazo sobre los hombros siempre sonriendo para él y Fushiguro se percataba cómo cada vez que lo tocaba de esa forma su corazón se aceleraba e incluso podía jurar que en más de una ocasión llegó a sonrojarse, aunque deseaba que Yuji no se diera cuenta de eso. Le encantaba tenerlo a su lado, pero sabía que no tenía sentido imaginar otro tipo de relación con él ya que de su parte no se notaba ninguna otra intención más allá de la gran amistad que habían forjado y por supuesto que no quería arruinar eso.
Ya entrada la tarde decidieron regresar a la casa de Megumi, no podía tener todo el día a Itadori en la calle y además seguramente ya se habían ido los otros dos, así que tendrían la casa para ellos solos.
Pero al llegar a casa se encontraron con una escena en extremo inusual, más para Megumi que teniendo prácticamente toda su vida conociendo a Satoru jamás lo había visto consumir siquiera una gota de alcohol y ahí estaba, sentado en uno de los sillones de la sala con una botella de licor en las manos de la cual estaba tomando directamente. Al verlos entrar los saludó efusivamente y les pidió de manera escandalosa que fueran a sentarse con él.
Yuji miró a Fushiguro y al ver la reacción de éste se dio cuenta que no era normal lo que estaba sucediendo. Itadori no conocía demasiado al profesor Gojo, pero pensó que no lucía como una persona que se alcoholizara regularmente.
—¡Chicos! No se queden ahí, ¡vengan a hacerme compañía! —con su mano libre dio varios golpes al sillón en señal de que quería que se sentaran ahí. Su rostro estaba sonrojado a consecuencia de la bebida, tampoco había tomado demasiado pero él jamás consumía alcohol así que se le había subido con rapidez.
Megumi fue el primero en acercarse, molesto por la escena que estaba presenciando precisamente cuando llevaba a Yuji de visita, pero al mismo tiempo se preocupó por el motivo que tuviera a su padre adoptivo haciendo algo que jamás había hecho.
—¿Qué estás haciendo, Satoru? —le quitó la botella de las manos y la puso sobre la mesa de centro.
—¿Ah? Megumi tú no puedes tomar, dame eso para acá —intentó inútilmente volver a agarrar la botella, pero le fue imposible coordinarse siquiera para eso. Al ver que no podía lograrlo se empezó a reír.
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Encuentros y desencuentros || Jujutsu Kaisen
FanfictionMegumi Fushiguro está enamorado de Yuji Itadori aunque no quiere aceptarlo. Todo se sale de control cuando entran a la preparatoria donde Satoru Gojo, el padre adoptivo de Megumi, es el maestro más codiciado e Itadori no puede resistirse a sus encan...