Encuentros y desencuentros || Jujutsu Kaisen

Capítulo 8: Melancolía.

Durante el desayuno Fushiguro también estaba ensimismado en sus pensamientos, se preguntaba si Itadori habría llegado bien a su casa y si no se metería en algún problema con sus padres, no sabía a qué hora iban a llegar pero esperaba para entonces se encontrara mejor. Tenía su celular en el cuarto por eso no le había mandado un mensaje, pero no quería pararse de la mesa para eso ya que aún quería tocar un tema con Gojo.

Cuando vio que estaban por terminar de comer decidió hablar.

—Ayer… sucedió algo más cuando estabas bebiendo.

Satoru lo miró expectante, no se imaginaba qué otra estupidez podía haber cometido en una sola borrachera.

—Tú… —continuó el chico, con duda de si debía sacar ese tema o no— me reprochaste sobre que nunca te he llamado papá —dijo muy bajito, mirando hacia otro lado para evitar la mirada del mayor.

Satoru se sorprendió. Por supuesto que llevaba años esperando escuchar esas palabras de la boca de su pequeño, pero nunca había sido su intención exigirselo, deseaba escucharlo de forma natural aunque conforme su niño iba creciendo Gojo iba perdiendo la esperanza de que eso fuera a pasar algún día.

Hubo un silencio incómodo. Gojo no sabía qué responder al respecto y Fushiguro no estaba seguro de qué quería escuchar de su padre adoptivo, pero lo que sí estaba seguro es que no quería que la incomodidad por ese tema se quedara flotando en el aire y a la larga fuera a ser un motivo que afectase su relación con Satoru, así que creyó que lo mejor era ser honesto con él en este momento.

Lo miró ahora directamente tratando de ser firme con sus palabras.

—Te agradezco muchísimo todo lo que has hecho por mí desde que murió mi madre, sin ti no sé qué hubiera sido de mi vida… eres mi familia y… te quiero —dijo eso último con timidez, y no porque no lo sintiera sino porque le era muy complicado expresar sus emociones en general— aunque no te lo diga tan seguido…

Satoru sintió varias emociones al escuchar eso: primero le dio un poco de gracia que dijera que no le decía que lo quería tan seguido porque no era cierto, en realidad no se lo decía nunca, quizá alguna vez cuando era niño pero no era algo que hubiera pasado las suficientes veces como para que Gojo pudiera recordarlo; en segundo lugar sentía una calidez enorme al escuchar que Megumi sí sentía que eran una familia, aunque solo fueran dos y no compartieran lazos de sangre; pero, por último, sabía que después de ese preámbulo seguían unas palabras que le iba doler escuchar, porque sino fuera de esa forma hubiera sido más directo y no hubiera tratado de poner un colchón para que no le doliera la caída, así que se preparó para protegerse y no reaccionar de alguna forma que pudiese afectar su relación con su hijo adoptivo.

—Pero… —como Gojo lo supuso, ahora venía el golpe— yo ya tengo un padre, que quizá no me quiere y no se merece que lo llame así o lo que tú quieras, pero él me dio la vida y en algún momento lo quise… y por supuesto no significa que sea más importante o que lo quiera más que a ti porque tú lo has dado todo por mí, pero no deja de ser mi papá… no sé si puedes entenderlo…

Para Fushiguro era muy difícil poner esto en palabras. Le tenía mucho resentimiento a Toji por su abandono, pero precisamente ese resentimiento era porque lo había querido mucho y no se vio correspondido de ninguna forma; sin embargo, muy en el fondo de su corazón su niño interior siempre tuvo la esperanza de que algún día su padre regresaría a buscarlo al menos para disculparse, por eso no podía terminar de ver a Gojo como su papá porque nunca habia cerrado el ciclo con su verdadero padre. Y le decía todo esto porque la noche anterior escuchó mucho pesar en las palabras de Satoru, no quería que se quedara esperando algo que probablemente nunca iba a pasar y eso no significaba que lo quería menos.