Megumi apretaba los ojos con fuerza al mantener ese beso que le daba en los labios a su amigo, un beso torpe, brusco. En cambio Itadori tenía los ojos totalmente abiertos ante la sorpresa de esta acción que no esperaba; tardó unos segundos en reaccionar y como pudo empujó a su amigo para que se separara de él y dejara de besarlo.
—¡¿Q-qué… qué haces?! —se tapó la boca con uno de sus brazos viendo con total confusión a Fushiguro.
No fue una sorpresa para el chico de cabello oscuro esa reacción, pues sabía de antemano que no iba a ser correspondido; aunque una mínima, muy mínima esperanza en su interior deseaba que Itadori le respondiera el beso, eso hubiera sido todo lo que necesitaba.
—No eres el único aquí que siente cosas, Yuji.
—¡¿De qué hablas?! —Itadori seguía muy impresionado, nunca se hubiera esperado que su amigo hiciera algo como eso.
—¡Estoy enamorado de ti, maldita sea! —estaba totalmente rojo, pero decidido a confesarle sus sentimientos—. Lo he estado siempre, casi desde que te conozco me gustabas y desde que entramos a la preparatoria convivimos tanto juntos que me di cuenta que esto era más que un simple gustar… Estoy enamorado de cómo eres, de todo lo que eres… —Apretó ambos puños, sintiendo una impotencia que parecía casi enojo—. Por eso sé lo que es sentir amor, ¡por eso sé lo que es amar a alguien más allá de querer acostarme con él!
El gesto de Itadori era de total incredulidad. Se dio cuenta que ahora tenía sentido todo lo que le había dicho antes sobre que solo quería desahogar su deseo sexual con Gojo; su amigo pensaba que solo le interesaba estar de esa forma con su profesor y pensaba que entonces su corazón estaba libre para tener sentimientos románticos por él ahora, pero no era así.
—Estás equivocado, Megumi, lo que yo siento por el profe Gojo es real, no solo quiero acostarme con él, es más eso ya ni me interesa. Estoy enamorado de él y perdón por entrometerme en sus vidas de esta manera, ¡pero no puedo controlar lo que siento! No puedo simplemente decidir que voy a enamorarme de otra persona ¡y menos de ti, Megumi! Te quiero muchísimo, pero eres mi mejor amigo, incluso ya compartimos el mismo padre, ¡eso nos hace casi hermanos, por Dios!
Fushiguro supo que iba a odiarse a sí mismo por hacer todo esto incluso antes de hacerlo y la reacción de Itadori solo confirmó lo que ya sabía. ¿Estaba arrepentido de haberlo hecho? No, pero deseaba con todo su ser que la reacción del otro hubiera sido diferente; deseaba con toda su alma ser correspondido por el chico que amaba.
—Perdón, soy un imbécil —se levantó de la cama y le dio la espalda, sentía que los ojos se le llenaban de lágrimas y no quería que el otro lo viera. Estaba triste y enojado al mismo tiempo. ¿Por qué era tan difícil que las personas lo quisieran de la forma que él esperaba? Primero el abandono de Toji, luego el rechazo de Geto, ahora Itadori…
Yuji se calmó un poco y se levantó también, se acercó con cierto temor y lo tomó del brazo para que volteara a verlo.
—Megumi…
Pero el otro se soltó del agarre y se negó a voltearse.
—Lo lamento… lamento haberte besado a la fuerza, solo olvídalo ¿sí? —se limpió con brusquedad una lágrima que cayó por su mejilla y se esforzó para que no cayeran más—. Creo que lo mejor es que me vaya.
Yuji levantó un brazo con la intención de detenerlo, no quería que se fuera así, no quería dejar esta conversación a medias y menos sabiendo que ya no iba a poder comunicarse con él; pero el otro ya se estaba yendo y no lo miró, y las palabras no salieron de la boca de Itadori para evitar que se fuera.
Era casi mediodía y Geto ya iba por su tercera taza de café, se encontraba en su oficina intentando trabajar en un informe importante, pero no lograba concentrarse del todo. Estaba preocupado por la situación de Satoru, quería poder hacer algo para evitarle cualquier inconveniente, pero no sabía qué podía hacer; además, tenía muchas ganas de estar con él, ¿pero con qué derecho? Después de todo lo que había pasado no sabía si Satoru querría que lo intentaran de nuevo. ¿Acaso podría perdonarle tantos años en los que fue un imbécil y rechazó compartir su vida junto a él y el niño al que decidió proteger?
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Encuentros y desencuentros || Jujutsu Kaisen
Fiksi PenggemarMegumi Fushiguro está enamorado de Yuji Itadori aunque no quiere aceptarlo. Todo se sale de control cuando entran a la preparatoria donde Satoru Gojo, el padre adoptivo de Megumi, es el maestro más codiciado e Itadori no puede resistirse a sus encan...