¿Papá? ¿Por qué su amigo Fushiguro decía eso al ver a su pa'? ¿Y por qué ninguno de sus padres decía nada? Tanto Jin como Toji miraban a Megumi, ambos con una expresión de la que Yuji no sabía interpretar de qué emoción se trataba exactamente.
Toji Zenin ni se inmutó al escuchar que Megumi le llamaba de aquella forma, se quedó serio, solo preguntándose qué hacía ahí en su casa; pero para Itadori la reacción fue diferente, se quedó helado ante la confusión. Jin se dio cuenta de la impresión que esto había causado en Yuji y se acercó a él, lo tomó por los hombros e hizo que caminara para que ambos salieran de la casa. Itadori estaba tan confundido que solo se dejó llevar y hasta que estuvo fuera pudo formular la única pregunta que daba vueltas por su cabeza.
—¿Qué... qué está pasando?
En casa de Geto la pareja había pasado de una discusión a una súbita y frenética entrega llena de deseo desenfrenado.
Satoru no se había dado cuenta lo mucho que había extrañado sentir aquel cuerpo; por supuesto que lo había extrañado en todos los sentidos, pero en estos días de soledad lo que más había extrañado era su compañía, su cariño, tanto que ni siquiera se había puesto a pensar que esa parte sexual que tanto disfrutaba a su lado la había extrañado bastante también.
—Dímelo, Suguru, dime que me extrañabas tanto como yo te he extrañado a ti.
Con ambas manos tomaba su rostro, pero no pudo aguantarle mucho tiempo la mirada porque su pareja lo tomaba de las caderas para hacer que la penetracion fuera más profunda al mismo tiempo que buscaba sus labios para hacer que callara.
Estaban en uno de los sillones de la sala, el dueño del departamento estaba sentado y Satoru se encontraba sobre sus piernas, disfrutando sentir a su pareja dentro de él y deseando no volver a dejar de sentirlo por tanto tiempo como en esos días que lo tuvo lejos; nunca desde que habían empezado a tener relaciones en su juventud habían pasado tanto tiempo sin hacerlo.
Cuando entraron a la casa después de su pequeña discusión en el corredor no cruzaron ni cinco palabras cuando ya se estaban besando. Sus cuerpos lo exigieron al tenerse cerca, fue un beso pasional, brusco, como si quisieran comerse el uno al otro después de pasar tanto tiempo sin tocar sus labios, sus lenguas, saborear sus bocas... Las manos de ambos se avorazaron por tocar al otro, desprenderlo de su ropa, y fue Satoru quien empujó a Suguru hasta que lo hizo sentarse en el sillón para poder subirse sobre sus piernas y hacer que entrara en él.
En más de una ocasión Gojo intentó hacer que su pareja admitiera que también había sido insoportable para él su lejanía, pero cada vez que intentaba hablar Geto lo callaba con besos más profundos, y así estuvieron en un brusco y a la vez íntimo encuentro sexual hasta que ambos terminaron.
Satoru descansaba su cabeza en el hombro de su pareja, pero trató de controlar lo más rápido que pudo su respiración para poder mirarlo y hablarle.
—De verdad, Suguru... quiero escucharte decir que me extrañaste... —insistió en voz baja, necesitaba tener la certeza de que él no era el único que estaba sufriendo con todo esto.
Geto le abrazó con fuerza.
—Claro que te he extrañado... y ahora me doy cuenta que tu cuerpo es el único que me gusta en este mundo...
Gojo volvió a tomarle el rostro con ambas manos, no dejaba de mirarle, quería preguntarle sobre su decisión pero también necesitaba aclararle a su mente la situación de hace un rato con su compañera de trabajo. Nunca ninguno de los dos se había dado motivos para celarse, pero Gojo sentía que si dejaba pasar el tema iba a ser algo que estaría molestándolo en su interior incluso si se reconciliaba con su pareja en este momento.
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Encuentros y desencuentros || Jujutsu Kaisen
أدب الهواةMegumi Fushiguro está enamorado de Yuji Itadori aunque no quiere aceptarlo. Todo se sale de control cuando entran a la preparatoria donde Satoru Gojo, el padre adoptivo de Megumi, es el maestro más codiciado e Itadori no puede resistirse a sus encan...