Girlfriend [Tonyangz Ver.]

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪsɪᴇᴛᴇ.

Antes de poder seguir escuchando las canciones de Haruna, ella se levantó de las piernas de su amiga porque su celular estaba sonando, por lo que fue a atender. Tsuki tenía su atención en ella para no seguir pensando en su novia, quién no la había llamado ni una sola vez, así que empuñó la mano y estaba por golpear el sillón, si no fuera porque le llamó la atención la conversación de su amiga.

— ¿Estás loco? No pienso volver a hacer algo así, está mal. — La menor se oía molesta por lo que la otra persona le estaba pidiendo hacer. — Sabes que me arrepiento de haberlo hecho. No se por qué llamaste para eso, es mejor que hablemos luego — Haruna colgó antes de que el otro le dijera algo más.

Fukutomi no entendía lo que estaba pasando con su amiga, pero estaba preocupada de que algo estuviera mal con ella. Se levantó del sillón para acercarse a Haruna, cuando estuvo frente a ella la vio de pies a cabeza.

— ¿Te sucede algo? — La mayor podía ver la tristeza en la mirada de su amiga a pesar de que sonriera. — Esto es extraño viniendo de ti — Añadió Osato cuando la otra la abrazó.

— Solo déjame abrazarte un momento — Pidió la rubia apretujando a la otra en ese abrazo que no duró mucho, porque el celular de Tsuki sonó.

La rubia estaba feliz pensando que se trataba de Suyeon, por lo que corrió para contestar a pesar de tener los nervios encima, tampoco revisó el número de quién la llamaba, tomó un gran respiro y contestó.

— ¿Suyeon? — Fue lo primero que dijo, pero la otra persona la corrigió.

— Soy Sana, la tutora de la clase en la que se inscribió. Llamo para hacerle saber que las clases para usted inician la próxima semana — Dijo la chica del otro lado de la línea.

— Gracias, profesora — Mencionó la rubia con el ánimo decaído.

Al finalizar la llamada se dejó caer sobre el sillón, eso no estaba bien, pero cada vez más era evidente que estaban llegando al final. El llanto no tardó mucho en aparecer, lo que llamó la atención de Haruna, quién se acercó para consolar a su amiga.

— Puedes contar conmigo para lo que sea — Habló la pelinegra tomando la mano ajena y dándole apoyo.

— Gracias, Haruna — La mayor no podía dejar de sentirse miserable al pensar en su novia. — Estoy feliz de que en eso no hayas cambiado, sé que puedo confiar en ti — Se sentó de manera correcta en el sillón y apoyó su cabeza sobre el hombro de la otra.

— ¿Qué es lo que te tiene así? — Cuestionó la menor preocupada.

— Tengo miedo a que me juzgues si te lo cuento — Osato le hizo entender que no la juzgaría fuera lo que fuera, porque ella la quiera con todos sus defectos y virtudes.

— Eres perfecta para mí, Fukutomi Tsuki — Dijo alzando la voz lo que hizo que la nombrada se sonrojara.

— ¡Basta! No digas eso — Pidió la mayor sonriendo por la locura que su amiga estaba haciendo.