Una extraña compañía. (Sonadow/Shadonic)

23

—¿Huele a incienso?—

Shadow frunció el ceño, había olvidado ventilar su casa por los residuos del incienso que la murciélago podría captar.

Pero nada de eso estaba planeado...

Vio nuevamente la esmeralda, de color oscuro, sin rastro de energía. Ahora tenia dos cosas que decirle a sus amigos...

—Shadow esta nervioso.— Maldijo a Omega desde sus pensamientos.

—¿Shadow?— La albina quería acercarse, pero no sabia como podría actuar. Desde que fueron a G.U.N se veía tenso.

Y Shadow no sabia como comenzar a dar explicaciones, las palabras nunca fueron su fuerte y Maria podía ver eso, con Cream fue fácil, ambas niñas terminaron jugando y pasando una agradable noche, pero ahora tocaba a una adulto y un robot que no sabia como podía actuar por su parentesco al Doctor que lo creo.

—Shadow... Me estas preocupando...— Y él se estaba poniendo más nervioso.

Maria vio de un lado a otro, buscando algo que pudiera ayudar a abordar el tema y rápidamente encontró un marco que llamo su atención.

—¡Rouge!— La mencionada giró viendo la mano robótica alargarse hasta ella y tomar algo sobre su cabeza.

—¿Qué tienes ahí, grandote?— La mano regreso a su sitio y el robot vio con detenimiento la foto.

—Es la vieja foto de Maria Robotnik y el Doctor Gerald Robotnik.— Omega vio a sus compañeros y luego otra vez a la foto, por fin tenia la oportunidad de analizarla correctamente sin las manos nerviosas de Shadow a lado suyo.

—Shadow, deberías de cuidarla mas, ¿Qué no estaba asegurada?— Lo vio con reproche y los brazos cruzados, extrañandose por su silencio.

—Y-Yo la lance.— Shadow se cubrió el rostro, mientras sus amigos veían la figura de una chica un poco más haya, sorprendidos—. ¿H-Hola?

—Oh, por Caos...— Los turquesa la veían de un arriba a abajo, comparándola mentalmente con la fotografía que había visto y estaba a manos del robot.

—Maria Robotnik.— Omega comenzó a caminar hasta el fantasma quien se tenso un poco.

—¡Omega, espera!—Rouge rápidamente intento detenerlo, pero una mano la detuvo—. Shadow, podría...

Shadow negó, confiaba en Omega. Rouge volvió a ver hacia el par.

—Maria Robotnik.– Repitió, cuando estaba frente a ella. La chica sonrió tímidamente y sintió como una pesada mano se posaba en su cabeza—. Es un gusto conocerte.

Maria sonrió con más confianza, tomando la pesada mano y haciendo un saludo.

Rouge y Shadow suspiraron detrás del robot, ligeramente aliviados, luego Rouge golpeo a Shadow.

—¿¡Porqué no nos dijiste sobre esto!?—

—Rouge...— Sobaba su hombro, la murciélago siempre tuvo una mano muy pesada.

—¡Estaba muy preocupada! ¡Creí que algo de lo que te hizo daño se quedo en tu sistema!— Rouge parecía llorar y Shadow la abrazo, un mal intento de disculpa, pero fue correspondido.

—Rouge es como la hermana mayor para nosotros.— Confesó Omega a la rubia, quien veía enternecida toda la escena.

—Me alegra que Shadow haya formado una familia.—