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Jámerfeld dio varios pasos al interior de la sala. El tono azulado del colosal acuario le sorprendió tanto como si aquella fuese la primera vez que entraba en aquel lugar, construido con el gigantesco complejo de cristal enfrente y en el techo, mostrando en su interior el agua y los peces moviéndose a un son tranquilo, así como algunos crustáceos y anémonas, en una balada lenta.
Una figura, bien envuelta en el traje elegante de chaqueta y corbata, se encontraba al final del salón, de espaldas a él, con la mirada clavada en el cristal a escasos centímetros y en los animales marinos que vivían tras él, con los brazos tras la espalda, en una postura relajada. Jámerfeld se quedó quieto, mientras él comenzaba a hablar.
—Jaky Jámerfeld. —Indicó el hombre misterioso, con voz calculadora pero calma. —Fundador de Delta Industries. Viejo amigo, aunque quizás ya no lo seas... No ha pasado mucho tiempo desde nuestra última charla.
—Así es, Verser. —Respondió el recién llegado, ajustándose sus gafas con nerviosismo, esperando más palabras por parte del Director de Invertan.
Este se giró con lentitud, dirigiéndole una larga mirada con sus ojos negros. Su pálido rostro presentaba aquel característico pelo oscuro corto con entradas, mientras vestía con la máxima pulcritud, la cual se veía irónicamente contradicha siempre por la caja de cigarros que guardaba en los bolsillos de la chaqueta.
—¿Hay otra queja que quieras hacer? Sabes de sobra que el incidente de Slindex fue un mero error. —Repuso Verser, el Director de Invertan, con su tono inteligente. —Si tan seguro estás de que nuestros métodos son ilícitos, considera una denuncia al Gobierno general de los Quince Estados. Quejarte a ellos será más efectivo que venir a darme lata.
—No, no, por supuesto que no. —Negó Jámerfeld, nervioso, colocándose bien la corbata de su traje. —Sé que Lord Neivy me odia con toda su alma, pero eso no quita que vuestros métodos no sean inmorales. ¿Cuántas vidas se han sacrificado, Verser? ¿Cuántas?
—Y otra vez con el mismo argumento. Esta conversación es un déjà vu, así hasta el infinito...—Suspiró el Director, volviéndose hacia el acuario. —Síker, ¿y si se lo cuentas tú?
De un lado de la sala lleno de mesas emergió Lord Neivy, Líder del Ala Superior de Investigación, como siempre con su bastón, alisándose la barba corta con su mano libre, y dirigiéndole sus ojos azul hielo al jefe de Delta Industries con considerable hastío. Vestía en un estilo algo antiguo, con chaqueta negra, pero aquello no era más que un detalle extravagante para ocultar su brillante ego y su mente, la del mejor biólogo del planeta.
—Tu detestable afán para molestarnos una y otra vez comienza a ser cansino, Jámerfeld. —Masculló con tono grave Lord Neivy. —Nuestro método es el que es. La ética no es sino una dificultad en el camino de la ciencia si nos enfrentamos a un peligro que ni siquiera podemos comprender, como este. Por mucho que te repita estas palabras, nunca llegarás a comprenderlo.
—Oh, Neivy. Ni te imaginas lo que me entusiasma verte. —Dijo, con sarcasmo. —Me he cansado de este debate, pero ahora traigo conmigo la determinación de las miles de personas que han sufrido por vuestra ambición. Es hora de que acabéis con el paramilitarismo y con los experimentitos a gran escala, si vuelve a suceder lo de Slindex, tendré que buscar otros medios para detener esta locura...
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EL PROTOCOLO INVERTAN
FantasyUn mundo desolado se extiende hasta donde alcanza la vista, con ruinas donde antiguamente había ciudades, viviendas vacías y una eterna sensación de tensión. El planeta ha sido destruido por una causa desconocida, y ahora las pocas personas que qued...