Qué bonita coincidencia

If only

Cogí la cazadora y la bufanda para ir a dar un paseo con Amelia.

Llevaba tres días sin haber hablado prácticamente con Noah y le entendía, sabía que me lo merecía, pero solo esperaba que todo volviese a la normalidad y pudiera seguir a su lado mucho tiempo más. No iba a dejar que termináramos por esta tontería.

Cuando estaba cogiendo las llaves de la entrada escuché cómo alguien llamaba a la puerta así que me arreglé el pelo y abrí la puerta aunque a quién me encontré al otro lado era a quien menos me esperaba ver.

Mi novio.

O por lo menos esperaba que siguiésemos siéndolo.

—Hola —saludó, y se notó que estaba nervioso.

—Hola —contesté yo incluso más nerviosa que él.

Pasamos varios segundos en silencio, en los que solo nos mirábamos, sin saber lo que el otro quería decir y eso es lo que más me comía por dentro.

—Mira —comencé yo—, Ahora mismo no estoy pasando una buena época, como ya sabrás, y lo siento infinitamente por no haberte escuchado cuando lo necesitabas, pero de verdad que tiene una explicación que me gustaría darte, pero no puedo... No me siento preparada aún.

Él suspiró, esto no me estaba gustando nada.

—Me he dado cuenta de una cosa Leonore —Me asustó que usara mi nombre completo, nunca lo hacia, estabarealmente enfadado—. Tenías razón, toda la razón. La gente secansa de ti y ya entiendo por qué. Cuando estás triste, lo llevashasta el límite aunque sea una tontería estúpida y no te merecesque nadie esté a tu lado cuando eso ocurra porque eres una dramáticaque no sirve para nada.

Ya no podía aguantar más laslagrimas, que comenzaron a deslizarse por mis mejillas lentamente,muy calientes. No entendía por qué me empezó a decir todo eso, yosabía que no era del todo cierto. Sí, cuando estaba mal veía todomás oscuro de lo que era pero por pura inercia. Como no suelollorar, cuando lo hago lo hago por todo lo que me ha ocurrido pero yosiempre estuve ahí cuando él me había necesitado, o casi.

—¿Me has oído Leo? Nadie te quiere,nadie te soporta, al final todos se acabarán yendo.

Yo estaba paralizada, no me creía queme estuviera diciendo eso. Él sabía que no era verdad y yo también.

—Sabes mejor que nadie que eso no esverdad. —logré soltar con un hilo e intentando que no metemblase la voz.

—Créeme que si lo es. En cuestión deunos años, puede que meses, todos se darán cuenta de cómo eres enrealidad, lo que solo muestras cuando tienes mucha confianza. ¿Porqué será? Porque tú misma sabes que si lo supieran al principio,cuando no les importas tanto como para dejarte sola, no tendrías anadie. Prefieres esperar a que ya lleguéis a un punto en el que ledes pena a la otra persona y no sea capaz de ignorarte para noarruinar vuestra relación o vuestra amistad.

Y me lo creí. Yo quería mucho a Noahcomo para ver que me quisiera hacer daño.

Abrí la boca para intentar decir algopero no se me ocurrió nada y volví a cerrarla. En ese momento vi ensu cara que algo había cambiado y se dio cuenta de lo que habíadicho. Se acercó a mi con aire preocupado y me puso las manos en loslaterales de la cara y me limpió las lágrimas con los pulgares. Yono me aparté, aunque estaba muy enfadada, no quería creer lo queestaba pasando.

—Cariño, sabes que te quiero mucho yque seguramente nunca pueda dejar de hacerlo. Yo...

Vi lo que estaba intentando hacer y meaparté bruscamente de él.